La Primera Ministra Theresa May dará su declaración a la Cámara hoy sobre el acuerdo. Algunos ministros ya han renunciado, pero ninguno de los nombres forma parte del listado de los más importantes, por lo que habrá que esperar a ver qué sucede a continuación.
Si se convierte en una bola de nieve de grandes nombres que se van, es posible que tengamos un movimiento de no confianza en nuestras manos.
Los Tory Brexiteers (el Grupo de Investigación Europeo o ERG) dicen que el comité Tory 1922 tendrá las 48 cartas necesarias para lanzar un voto de no confianza antes de la hora del almuerzo. No es seguro que ella pierda tal voto, y en caso de que lo haga, no es seguro si perdería una elección de liderazgo. Al enfrentarse a un gobierno de Corbyn, el partido conservador aún puede unirse.
Pero el trato es difícil de vender. Varias partes de la misma caerán muy mal una vez que se traduzcan en puntos de conversación políticos.
En términos sencillos, esto significa que si la UE piensa que el Reino Unido está infringiendo las reglas en este respaldo, entonces puede llevar al Reino Unido a los tribunales, en cuyo caso será el Tribunal de Justicia el que decidirá. No hay legisladores del Reino Unido involucrados.
¿Llegará a través del Parlamento?
Kier Starmer, el sombrío secretario del Brexit, dice que votarán en contra. Esto sería perjudicial para el acuerdo, pero lo más seguro es que no todos los parlamentarios laboristas querrán arriesgarse a un escenario sin acuerdo y podrían votar a favor del gobierno. Esto implicaría que el acuerdo podría progresar incluso aunque los Brexiteers de línea dura y el DUP votaran en contra. Hay tanto en el aire en este momento que podríamos estar en un mundo muy diferente al que nos encontremos después de comer.
Si la Primera Ministra logra convencer al Parlamento podría ganar, pero los Brexiteers parecen estar muy enfadados.
Más caos hoy sería negativo para la libra esterlina, y positivo en el corto plazo para el FTSE 100. No obstante, las señales de agitación en este frente, sumadas a la situación italiana, las guerras comerciales ya los temores ante una posible disminución en las ganancias tecnológicas de los EE.UU. sugieren un descenso mucho más profundo en las acciones.
La libra se podría ir a los 1,27 dólares en el corto plazo.