Las acciones de la compañía se encuentran actualmente un 27,83% por debajo del máximo de las últimas 52 semanas, que fue 180,25 euros, y se situaba un 7,80% por encima del mínimo de las últimas 52 semanas, que fue generado el pasado jueves 11 de octubre en los 130 euros.
La acción hoy lleva un volumen de negociación de 14.662 euros, cuando el volumen promedio de los 3 meses es de 130.594.
AENA finalizó el segundo trimestre unos ingresos de 1.936,33 millones de euros y un resultado neto de 514,5 millones de euros, cuando en el primer trimestre el beneficio neto fue de 111,12 millones. El PER de la compañía es de 18,85 en comparación con el de su industria que es de 21,19. La rentabilidad de los fondos propios es del 9,17% en los últimos 12 meses, la rentabilidad de la inversión, del 23,17% y la rentabilidad sobre los activos del 8,15%, a su vez el margen operativo es del 43,91%.
Por otro lado, el ratio de deuda a largo plazo entre los fondos propios del 119,99%, mientras que el ratio deuda total entre fondos propios es del 135,08%, y lo ideal es un ratio en el entorno del 60%.
Plan estratégico presentado recientemente: la previsión de aumento de pasajeros ha sido solo del 2% cuando estaba previsto que el aumento fuese del 5,5% (menos de la mitad de las estimaciones). Este frenazo afectará a los resultados, además de que las previsiones de beneficios no han sido muy positivas. Esperan aumentar el 5,1% este año y únicamente un 1,2% el año que viene y del Ebitda únicamente del 2,7% este año y del 0,1% en 2019.
La empresa va a repartir un 80% del beneficio en forma de dividendos y va a invertir 2835 millones en los aeropuertos de Madrid y Barcelona para aumentar la capacidad de los pasajeros.
Los datos se quedan por debajo de las estimaciones iniciales y, por tanto, las expectativas de beneficios futuros se redujeron.