- El barril Brent supera los 79 dólares por barril y el WTI sobrepasa los 69,5 dólares.
- Los futuros del crudo estuvieron sometidos a presión durante la sesión asiática.
- La escalada de las tensiones entre Estados Unidos y China penaliza a las materias primas.
La cotización del petróleo Brent sube casi dos dólares completos desde el comienzo de la sesión europea, impulsado por los últimos titulares aparecidos en los medios de comunicación, en los que se destaca la preferencia de Arabia Saudí por que el precio de la referencia europea permanezca por encima del nivel de los 80 dólares por barril.
De este modo, los futuros sobre el crudo del mar del Norte se disparan desde mínimos de la sesión en los 77,50 dólares, hasta un máximo intradía en los 79,36 por barril, mientras que los del crudo ligero estadounidense (WTI) avanza en similar proporción, con un salto desde los 68,31, hasta los 69,72 dólares por barril.
Ambas referencias se vieron sometidas a presión durante toda la sesión asiática, golpeadas por los temores a que una escalada en el conflicto comercial entre Estados Unidos y China suponga un deterioro en el crecimiento económico mundial que se traduzca en un nuevo descenso de la demanda de crudo.
Arabia Saudí, “cómoda” con un petróleo más caro
Sin embargo, las noticias aparecidas hoy en los medios de comunicación de que Arabia Saudí, país con un gran peso específico dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), se sentiría “cómoda” con un precio superior para el crudo han impulsado la cotización de la materia prima más negociada del mundo.
Esta no ha sido la única noticia positiva que han recibido hoy los alcistas en el crudo. Esta misma mañana, el secretario general de la OPEP, Mohammed Barkindo, ha manifestado el interés del cártel en seguir cooperando con Rusia más allá de la fecha de finalización del acuerdo para limitar los niveles de bombeo que mantienen las principales potencias productoras.
Estas noticias llegan al mercado en un momento en el que Venezuela sigue encontrando problemas para seguir produciendo a sus niveles habituales y las sanciones estadounidenses sobre Irán dificultan en gran medida que Teherán pueda seguir abasteciendo a sus compradores internacionales.