- La guerra comercial entre China y Estados Unidos se ceba con los índices de Shanghái y Shenzhen.
- Solo el yen logra contener el avance del dólar estadounidense.
- El bolívar, el peso argentino y la lira turca, las monedas más castigadas.
- El etherum se deprecia más de un 80% en los últimos doce meses.
- El cacao y los granos, un oasis de subidas en un muy mal año para las materias primas.
El año 2018, que hoy finaliza, ha sido uno de los peores ejercicios para invertir de la última década. Las crecientes tensiones geopolíticas a nivel internacional, la escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el fantasma de una nueva crisis económica ha hecho que los inversores apuesten por la liquidez en la inmensa mayoría de los mercados, lo que ha provocado que los grandes instrumentos de inversión, los más populares y más comerciados, finalicen el presente ejercicio con saldos muy negativos.
Bolsa
La cara. De entre todas las grandes plazas bursátiles de referencia a nivel mundial se cuentan con los dedos de una mano aquellas que finalizan el año en positivo. Además de los pequeños avances del Dow Jones de Nueva Zelanda y de los hindúes Nifty 50 y Sensex 30, el Tadawul de Arabia Saudí también logra poner fin poner fin al ejercicio con un notable avance del 8,76%, solo superado por el MOEX ruso (+12,30%) y el Bovespa brasileño, que celebra la victoria en las elecciones a la presidencia del país del controvertido Jair Bolsonaro con un avance del 15,03%.
La cruz. Por el contrario, la guerra comercial y los muy pobres datos macroeconómicos publicados en los últimos meses han golpeado con dureza a los mercados chinos. El Shenzhen Composite es, con mucha diferencia, el más castigado de entre todos los grandes índices en la escena internacional, con un retroceso acumulado del 34,42% en 2018.
Asimismo, el Shanghái Composite (-24,59%) y el China A50 (-21,28%) también registran retrocesos superiores al 20%, al igual que el BIST 100 de Turquía, que se dejó un 21,50% de su cotización a lo largo de un muy turbulento 2018 para el país otomano. El Dax alemán (-18,26%) o el Kospi surcoreano (-17,28%) también recordarán este 2018 como un ‘annus horribilis’.
Divisas
La cara. En el mercado de divisas muy, muy pocas han sido las monedas capaces de recuperar terreno al dólar estadounidense en un 2018 marcado por el aumento de la demanda de la divisa del Tío Sam.
El índice dólar, que mide la evolución del billete verde frente a sus seis principales contrapartes, afronta un cierre de año con un repunte del 4,29%, y solo el yen japonés (JPY) consiguió hacer doblar la rodilla al ‘rey dólar’ con un avance del 2,42%.
La cruz. En la otra cara de la moneda, nunca mejor dicho, el bolívar venezolano (VEF) se ha devaluado prácticamente hasta carecer de valor real, el peso argentino (ARS) se paga hoy un 50,88% más barato que hace 365 días, y la lira turca (TRY) un 28,32%.
También ha sido un año de gran devaluación para las monedas de los emergentes, los conocidos como BRICS: el rublo ruso (RUB) cede un 17,23%, el real brasileño (BRL) un 14,67%, el rand sudafricano (ZAR) un 13,92%, la rupia hindú (USD/INR)un 9,23% y el yuan chino (CNY) un 5,72%.
En cuanto al resto de grandes divisas, el euro (EUR) cede un 4,57% en estos doce meses, el franco suizo (CHF) un 0,95%, el dólar neozelandés (NZD) un 5,31%, la libra (GBP) un 5,47%, el dólar canadiense (CAD) un 7,62%, la corona sueca (SEK) un 8,37% y el dólar australiano (AUD) un 9,56%
Materias primas
La cara. El curso que hoy termina también ha sido un año realmente difícil para las materias primas. El recorte constante de las perspectivas de crecimiento de la economía mundial, sumado a la revalorización del dólar estadounidense, en el que se nominan los contratos de futuros, ha afectado severamente a muchas commodities.
Sin embargo, 2018 ha sido un buen año para los productos perecederos, como los cereales. En este sentido, los futuros sobre el cacao han visto como incrementaban su precio en un 27,70% en estos doce meses, mientras que el trigo, la avena y el maíz se han revalorizado en este periodo un 18,77%, un 14,15% y un 7,16%, respectivamente. El paladio es la excepción entre los grandes metales con una subida del 13,16% en el presente ejercicio.
La cruz. Por su parte, el fantasma de la sobreoferta vuelve a sobrevolar el mercado del crudo y las ventas masivas se han cebado con el petróleo y sus derivados en la última mitad del año. Así, a fecha de 31 de diciembre, los futuros sobre la gasolina reformulada (RBOB) se mueven un 26,25% a la baja respecto al término del pasado curso.
En similar proporción caen el Zinc (-26,15%), la madera (-25,89%), el crudo ligero estadounidense (-20,04%) y el café (-20,14%); seguidos muy de cerca por el aluminio (-19,41%), el crudo Brent (-19,14%), el azúcar (-18,48%) y el cobre (-17,41%).
El gran perdedor
Sin embargo, pese a que 2018 ha sido un año de fuertes depreciaciones para muchos activos, el gran perdedor han sido el poseedor de criptomonedas. Considerados como el gran descubrimiento para muchos durante el pasado año, el estallido de la burbuja ha supuesto una fuerte decepción para muchos pequeños inversores que invirtieron una parte de sus ahorros en criptoactivos.
Así, el ethereum (ETH/USD) cotiza un 81% más barato que hace ahora justo un año, mientras que el bitcoin (BTC/USD) sitúa sus pérdidas en el acumula del año en torno al 71%.