Algunos tipos de emociones pueden afectar a tu objetividad y, por lo tanto, pueden afectar a las decisiones de trading que tomes.

Ira

Una operación con pérdidas puede enfurecerte, a menudo tan solo contigo mismo, por tomar una mala decisión.

Pero todos cometemos errores: es una forma importante de aprender. Si te ocurre esto, ya que te ocurrirá inevitablemente algún día, entiende que es una experiencia y haz una nota mental acerca de cómo hacerlo diferente la próxima vez.

Un impulso común en momentos de ira es intentarlo y «volver al mercado» realizando otra operación. Este tipo de reacción instantánea, u operación impulsiva, es casi siempre una mala idea. También puedes comenzar a comprar de forma indiscriminada. A esto se le denomina «trading improvisado».

Dedica un instante a sentarte y respira profundamente. A continuación, considera de forma objetiva si la operación propuesta tiene sentido realmente y si estás en consonancia con tu estrategia de trading general.

Arrepentimiento

Otra fuente de preocupación frecuente es perder una oportunidad, algo que es fácil que ocurra en el mundo de los mercados financieros que se mueve rápidamente.

Cuando esto ocurre, es fácil llevarse un disgusto repitiéndose cosas como «debería haber comprado allí» o «sabía que esto iba a pasar». Pero este tipo de ideas puede hacer que caiga en trampas capaces de deshacer todo el trabajo duro de golpe.

Es posible que, por ejemplo, te veas tentado a realizar una operación retrasada de cualquier forma o a arriesgarte a realizar una serie de operaciones en sucesión rápida, conocido como overtrading, para enderezar las cosas. Incluso es posible que «entres en estado de tilt», un estado de ánimo concreto que significa que tomas decisiones irracionales en lugar de decisiones basadas en el valor de lo que está frente a ti.

Es por ello por lo que, si el momento ha pasado, necesitas algunos trucos para continuar lúcido hasta que llegue la próxima señal.

Afortunadamente, estos trucos son tan fáciles como tomar un descanso, revisar tu plan de trading original y tener una mentalidad positiva. Recuerda: perder un movimiento no es el fin del mundo.

Sentimentalismo

Supón que has invertido en oro varias veces y todas las veces has obtenido beneficios. Es fácil comenzar a pensar (quizá de forma inconsciente) que el «oro es tu amigo» y que siempre te recompensará de la misma forma.

A medida que aumenta esta creencia, existe el peligro de que abras más posiciones en oro sin tener en cuenta adecuadamente la situación actual.

Lamentablemente, el hecho de que un instrumento concreto haya sido rentable en el pasado no es garantía de que siga siéndolo para ti. Pero del mismo modo, si has tenido una mala experiencia con un activo determinado, no hay ningún motivo por el que tengas que huir de las futuras posibilidades que ofrezca.

Estrés

Hay veces en nuestras vidas en las que los eventos que van más allá de nuestro control afectan a nuestra capacidad de pensar con claridad.

Puede tratarse de un divorcio, una enfermedad familiar, un fallecimiento o simplemente cambiar de casa o de trabajo. Todas estas cosas te distraerán del trading y podrían nublar tu juicio.

El mundo del trading financiero puede ser agitado y requiere toda tu atención. Por tanto, cuando pases por periodos de estrés, lo más seguro suele ser poner tu trading en espera hasta que puedas dedicar el tiempo y la energía necesaria de nuevo.