Ahora ya conoces diferentes aspectos de los mercados financieros y las técnicas de trading. Pero hay un componente clave que afecta al éxito de cada operación que realizas y ese eres tú.

No importa lo fuerte o sensato que seas, eres un ser humano y tienes emociones. Y naturalmente tus sensaciones pueden afectar a tu pensamiento y a tu comportamiento como inversor.

Hacer trading es una actividad emocionante y absorbente que puede darte momentos de euforia cuando las cosas van bien al mismo tiempo que puede ser psicológicamente difícil si los mercados están en tu contra. Si comprendes las emociones que probablemente experimentarás en cada punto del proceso de trading podrás prepararte mentalmente para manejarlas de forma eficaz. De esa forma, tus sensaciones no obstaculizarán la toma de decisiones ni afectarán a los posibles beneficios.

En este curso veremos algunas emociones con las que deberás lidiar al realizar operaciones.

Ansiedad y duda

Es genial ser prudente y considerado al hacer trading, pero si tus preocupaciones son perjudiciales para ti, resultan contraproducentes.

La transición a una cuenta de trading en tiempo real después de utilizar dinero virtual en un entorno de prueba es un paso que preocupa a algunos inversores. Es parecido a realizar un salto en paracaídas: sabes la teoría y te has preparado, pero para dar el salto hace falta valor.

Sin embargo, hay cosas que puedes hacer para que sea algo menos abrumador:

• Reflexiona acerca de las lecciones que has aprendido al utilizar la cuenta de demostración
• Aplica las mismas estrategias que te llevaron al éxito en las operaciones de la demostración
• Sigue un plan de trading
• Comienza realizando pequeñas operaciones hasta que te sientas cómodo
• Utiliza herramientas de gestión de riesgo, como los stops de pérdidas

Siempre que negocies de forma sensata, utilices las habilidades y conocimientos obtenidos y mantengas una posición modesta, existen muchos motivos para esperar que sea un éxito. Por supuesto, cometerás errores (todos lo hacemos), pero gestionando el riesgo con cuidado reducirás las pérdidas al mínimo.

Miedo a las pérdidas

Otro caso en el que puedes sentir miedo es cuando una posición se mueve en tu contra y comienzas a ver una pérdida creciente.