¿Qué es la cristalización?
La cristalización es la venta de un activo con el fin de concretar ganancias o pérdidas de capital. Cuando un inversor compra un activo, cualquier aumento o disminución en el precio de mercado no se traducirá automáticamente en ganancias o pérdidas, lo que solo es patente una vez se haya cerrado la posición.
Una vez se haya cristalizado la posición, el impuesto a la inversión se aplicará a las ganancias, por lo que los inversores pueden decidir cristalizar sus posiciones de manera estratégica. Sin embargo, las pérdidas de capital pueden ser compensadas con cualquier ganancia para reducir el impuesto pagado al final del año.*
La cristalización en sí no es un problema, pero sí existe discordia en torno a lo que hace el inversor después de cristalizar una posición. El problema se da cuando un inversor o un negocio cierra su posición y abre otra idéntica inmediatamente. Al hacer esto, son capaces de equilibrar el valor neto de sus activos, ya que obtienen rápidamente ganancias o pérdidas sin perder la posición que creen que aún les aportará más beneficios.
Sin embargo, la mayoría de los países tienen normas fiscales para evitar que este tipo de prácticas tengan lugar (como, por ejemplo, no poder reclamar deducciones fiscales si ha comprado las acciones en 30 días).