Se denomina absorción a la operación a través de la cual una empresa toma el control sobre otra. La empresa absorbente conseguirá esto adquiriendo la mayoría o la totalidad del patrimonio de la empresa objetivo.
Existen dos tipos de absorciones: hostil y amistosa. Se dice que una absorción es hostil cuando una compañía absorbe a la otra sin su consentimiento, siendo habitual que la compañía absorbente adquiera la mayoría de las acciones de la compañía objetivo para obtener el control exclusivo sobre ella. Cuando las dos empresas están de acuerdo en los términos de la absorción, se denomina absorción amistosa.
Las absorciones se realizan habitualmente como parte de una estrategia de crecimiento de la compañía, donde por norma general la empresa objetivo posee algo que la empresa absorbente necesita pero que no puede o no quiere desarrollar internamente. Normalmente se realiza a cambio de dinero en efectivo, acciones en la compañía absorbente, o una mezcla de ambas opciones.