La cartera es un grupo de activos que tiene un inversor o una sociedad de inversión. Los activos de una cartera de inversión pueden ser de varios tipos: por ejemplo, acciones, bonos, materias primas o derivados.
Por regla general, una cartera reflejará el perfil del inversor que la ha creado, en cuanto a su tolerancia al riesgo y a los componentes clave de estrategia de inversión que la forman.
Un inversor que tenga como meta obtener beneficios a largo plazo con poco riesgo tendrá una cartera formada por acciones de empresas de prestigio, bonos o fondos de índices y realizará pocas compras y ventas a corto plazo. En cambio, un inversor en operaciones intradía tendrá una cartera con mucha más actividad, formada por inversiones en el mercado de divisas o posiciones largas y cortas en derivados con apalancamiento.