Ejemplo de gastos fijos
Como ejemplo de gastos fijos, echemos un ojo a los pagos del alquiler para una compañía financiera. Suponiendo que la compañía paga 25 millones de euros al año por sus oficinas en Madrid. Esto equivale aproximadamente a 2.083.333,33 de euros al mes, los cuales se constatarán en los gastos fijos de la compañía.
Sin importar si la demanda de los productos de la compañía ha aumentado o disminuido, el alquiler permanecerá igual ya que no está afectado por la demanda de los consumidores. Sin embargo, los gastos fijos pueden cambiar con el tiempo, pero no durante la duración del acuerdo contractual o del contrato de alquiler.
Por ejemplo, podrían incrementarse si la compañía decide dejar el edificio en el que está y los gastos de alquiler son más caros que antes, o podrían disminuir si cualquier acuerdo contractual o legal cambia o expira. Estos cambios no se producen debido a variaciones en la producción, si no por un cambio en el acuerdo establecido o en los costes del calendario de pago.
Otro ejemplo de un gasto fijo serían las facturas de servicio de la compañía, que pueden variar de acuerdo a la época del año, pero que por lo general no está afectado por la oferta o demanda de los productos de la compañía. Una compañía podría pagar 10.000 euros al mes por calefacción y electricidad en diciembre, pero tan sólo 2.500 euros al mes por lo mismo en agosto.