Cuando un inversor vende un activo a un precio menor del que originalmente pagó al adquirirlo, estará incurriendo en pérdidas de capital. Por lo tanto, una pérdida de capital es lo contrario que una plusvalía, que es el beneficio que se obtiene cuando se vende un activo por más dinero que el que se pagó al adquirirlo.
La pérdida de capital habitualmente sucede cuando un inversor asume la caída en el precio de un activo, es decir, cuando vende el activo por menos dinero del que utilizó para comprarlo. Cuando el precio de un activo financiero baja con respecto al precio inicialmente pagado al comprarlo, aún no podemos hablar de pérdida. La pérdida se realizará cuando el inversor finalmente ejecute la venta.
Por ejemplo, si se conservan las acciones cuando bajan a 300 euros y vuelven a subir a 400 euros, en cambio, no se habrá producido ninguna pérdida de capital y la operación no habrá tenido ni pérdidas ni ganancias.