El comportamiento reciente de los índices chinos ha dependido del juicio sobre la capacidad de los responsables políticos para respaldar sus mercados, dado el probable arrastre de los aranceles a una economía centrada en las exportaciones. A los mercados de renta variable chinos les queda aún cierta distancia por recorrer para considerarse fuera de peligro, especialmente porque parece que esta guerra comercial durará hasta finales de este año, como mínimo. A pesar de esto, las acciones chinas de gran capitalización presentan bajas valoraciones y, en algunas medidas, el repunte patrimonial de la semana pasada rompió la tendencia bajista del mercado.
Hoy hemos visto subidas generalizadas que han llevado a los mercados chinos a una recuperación, alcanzando los máximos de las últimas ocho semanas. Esto es debido a unas menores tensiones comerciales y a las esperanzas de que aumente la ponderación de China en el índice de referencia mundial. Así, el índice China A50 ha subido un +1,28%, el índice de Shanghai se ha apreciado un +0,91% y el Hang Seng de Hong Kong ha subido un +1,53%.
El Nikkei se acerca a los máximos anuales
También hubo actividad en el otro centro financiero de la región asiática durante su sesión: los mercados de Japón registraron otro día alcista, volviendo a ignorar los diversos problemas que pesan sobre sus vecinos regionales. La mejora en el apetito de riesgo global se manifestó en el yen, y el par USD/JPY renovó su batalla con una formidable resistencia en 113.
Una divisa más débil y unos minutos del Banco de Japón (típicamente) pacíficos sirvieron para empujar al Nikkei al alza, que se apreció un 0,36% y quedó cerca del máximo anual para precios de cierre diario, localizado en los 24.073,6 puntos. Aunque siempre cuesta un poco negociar cerca de un nuevo máximo (aún más cuando las acciones japonesas tratan de mejorar los fundamentales), una superación del mismo ampliaría las probabilidades de mayores subidas, fijando el punto de mira en el nivel psicológico de los 25.000 puntos.