- La renta variable americana terminó ayer en positivo.
- Los resultados publicados beneficiaron a sectores como los de telecomunicaciones, servicios públicos y bienes de consumo.
- El crudo subió y el oro redujo posiciones.
- Los aranceles a China penalizaron al yuan y a las acciones asiáticas.
- El Bitcoin ha vuelto por debajo del soporte de los 6.600 dólares.
- Hoy, declaraciones de miembros de bancos centrales y subida de tipos en Canadá.
Cierre alcista en la renta variable americana ayer martes, cuya temporada de resultados ya ha comenzado. Los beneficios de los sectores de telecomunicaciones, servicios públicos y bienes de consumo provocaron subidas en los principales índices. Así, el S&P 500 llegó hasta los 2.793,84 puntos (+0,35%), el Dow Jones hasta los 24.919,66 puntos (+0,58%), el Nasdaq alcanzó los 7.759,20 puntos (+0,04%). Sin embargo, el Russell 2000 cerró en los 1.697,09 puntos, lo que supone una caída de un -0,44%, aunque recoge beneficios, después de que el lunes cerrase ligeramente por debajo de la resistencia de los 1706,9 puntos. El VIX también bajó hasta los 12,64 puntos (-0,39%).
En la Bolsa de Nueva York los valores en positivo superaron a los valores en negativo, mientras que en el Nasdaq fueron más los que bajaron que los que subieron. Destacaron alzas en Pepsi Co (+4,76%), Wynn Resorts Limited (+3,28%), Procter & Gamble (+2,52%), DowDuPunto (+1,59%) y General Electric (+1,58%). Por otro lado, se registraron pérdidas en JP Morgan (-0,62%), Goldman Sachs (-0,50%) y Apple (-0,12%).
En divisas, los futuros del índice del dólar estadounidense subieron hasta 93,86 (+0,06%). El euro bajó frente al dólar hasta 1,1745 (-0,05%), mientras que el dólar subió frente al yen hasta 111,27 (+0,40%).
En materias primas, el futuro del crudo con vencimiento en agosto subió un +0,23% para alcanzar los 74,02 dólares el barril, mientras que el futuro del petróleo Brent de septiembre subió un +0,97% hasta los 78,83 dólares por barril. Por su parte, los futuros del oro con vencimiento en agosto cayeron un -0,29% hasta los 1.256 dólares la onza.
En Asia, la película ha sido totalmente diferente, con un protagonismo absoluto de nuevo por parte de la guerra comercial. EE. UU. comunicó ayer que impondrá aranceles adicionales, después de que los esfuerzos para negociar una solución a la disputa comercial no hayan acabado en acuerdo, según altos funcionarios de la administración estadounidense. Dichos funcionarios han publicado una lista de miles de productos chinos en los que se quieren imponer aranceles, incluyendo cientos de productos de alimentación y tabaco, productos químicos, carbón, acero y aluminio.
La amenaza de aranceles adicionales del 10% sobre 200 mil millones de dólares en bienes chinos significaría que alrededor de la mitad de las exportaciones chinas a Estados Unidos estarían sometida a impuestos significativos. Esto podría provocar que el sector de exportación de China sufra un deterioro importante en la competitividad de las exportaciones a los EE. UU., en comparación con otros exportadores de los mercados emergentes. Los 200 mil millones de dólares superan con creces el valor total de los bienes que China importa de los Estados Unidos, lo que significa que Pekín podría necesitar formas creativas para responder a tales medidas. Desde el Ministerio de Comercio de China se ha dicho hoy miércoles que están "conmocionados" y que se quejaría ante la Organización Mundial de Comercio, aunque no se ha especificado cómo tomaría represalias. En un comunicado, se calificaron las acciones de Estados Unidos como "completamente inaceptables". Pekín ha dicho que rechazaría las crecientes medidas arancelarias de Washington incluso a través de "medidas cualitativas", una amenaza que las empresas estadounidenses en China temen que pueda significar desde inspecciones intensificadas hasta demoras en la aprobación de inversiones e incluso boicots de los consumidores.
Los inversores desconfiaron de la respuesta de China, después de que el viceministro de Comercio estadounidense dijera que los deberes estadounidenses propuestos perjudicarían a la Organización Mundial del Comercio y la globalización. La ansiedad de la guerra comercial se extendió al yuan chino. Los operadores declararon que estaban vigilando la clave de 6,7 por dólar, a medida que aumentaba la presión sobre la moneda.
La caída del yuan provocó una fuerte venta de acciones de aerolíneas en medio de temores a que una caída de la moneda pueda aumentar los costes del combustible y la carga del servicio de la deuda de las empresas con deudas denominadas en dólares. Las acciones de China han caído en una amplia venta masiva, el índice de Shanghai se ha dejado un -1,97%, el índice China A50 ha perdido un -1,68% y el Hang Seng de Hong Kong se ha dejado un -1,37%. Los futuros del Tesoro chino a 10 años con vencimiento en septiembre, el contrato más negociado, subieron un +0,12% hasta los 95,620 puntos.
En Japón, El Nikkei ha roto una racha de tres días consecutivos de subidas después del comunicado de los aranceles a china, noticia que ha afectado significativamente a los transportistas y fabricantes de maquinaria. El índice ha caído un -1,28%, retrocediendo desde un máximo de dos semanas y media, alcanzado ayer. Por su parte, el Kospi surcoreano también se ha visto perjudicado, con una caída del -0,59%.
El Bitcoin ha vuelto por debajo del soporte de los 6.600 dólares y cotizaba en los 6.300.
Hoy centrarán la atención en Europa declaraciones de Mario Draghi, Praet, y Mersch y la subasta del Bund. En Reino Unido, el gobernador del BoE, Mark Carney, hará declaraciones. Por otro lado, tendremos subidas de tipos de interés en Canadá del 1,25% al 1,5%, y en EE.UU. declaraciones de Bostic y Williams, subasta de deuda a 10 años (T-Note), el índice de precios al productor (IPP) y los inventarios de crudo de la AIE.