- El IPC subyacente sube dos décimas, hasta el 1,1%.
- El coste de la energía sube casi un 10%.
- El objetivo del BCE es que la inflación se mantenga próxima, pero por debajo del 2%.
- Draghi no tiene prisa por subir los tipos de interés.
- El crecimiento de la eurozona se ralentiza más de lo esperado en el segundo trimestre.
El índice de precios al consumidor (IPC) de la zona euro se incrementó en una nueva décima en el mes de julio hasta el 2,1% interanual, según los datos avanzados hoy por la Oficina Europea de Estadísticas, Eurostat, en su primera estimación sobre este indicador. De este modo, el índice de precios al consumo supera por primera vez el umbral del 2% desde diciembre de 2012 y mete presión a un Banco Central Europeo (BCE) que no planea subir los tipos de interés de referencia hasta pasado el verano del año próximo.
El único mandato de la máxima autoridad monetaria europea es que la inflación se sitúe próxima al 2%, pero sin sobrepasar esta cota. Sin embargo, tras la reunión del Consejo de Gobierno del pasado jueves, Mario Draghi volvió a mostrar su versión más acomodaticia e insistió en la necesidad de mantener los tipos de interés sin cambios por un periodo prolongado de tiempo. El patrón de la banca europea sigue postergando la primera subida de tipos de interés de su mandato hasta después del verano del año próximo e incluso quitó hierro al asunto, cuando un periodista le preguntó por la posibilidad de que podría pasar a la historia como el primer banquero central en no acometer ni una sola subida de tipos de interés durante su mandato.
Esta postura es un punto candente de conflicto entre los países de la periferia del euro, partidarios de mantener la actual política de “dinero a coste cero”, frente a las economías de la Europa central, como Austria o Alemania, que ven como un entorno en el que el precio oficial del euro es el 0,0% castiga a sus ahorradores.
En cualquier caso, el fuerte empuje de los precios de la energía registrado desde el mes de mayo resta fuerza a la lectura general de la inflación, ya que la inflación subyacente se mantiene todavía muy alejada de dicha meta.
El IPC subyacente, que excluye para su cálculo los elementos más volátiles de la cesta de la compra como los carburantes y los alimentos frescos, vuelve a subir dos décimas en el mes de julio, del 0,9% al 1,1%. Este registro, aunque superior al esperado por el consenso de mercado, es idéntico al cosechado en el mes de mayo y una décima inferior al obtenido en los meses de julio y agosto de 2017.
En concreto, el principal causante del repunte de la inflación general por encima del 2% por primera vez en cinco años y medio ha sido el aumento de los precios de la energía, que suben un 9,4% en la comparativa anual frente al avance del 8% registrado en junio y del 6,1% en mayo. A mucha distancia de los precios de la energía, la alimentación, las bebidas y el tabaco se encarecieron un 2,5% anual en el séptimo mes del año en curso (+2,7% en junio), el coste de los servicios se incrementó un 1,4% (+1,3% en junio) y el de los bienes industriales energético un 0,5% (+0,4% en junio).
Estos datos se sitúan en línea con lo expuesto por Draghi el pasado jueves, cuando señaló que la inflación subyacente seguiría al alza hasta finales de año y que el IPC general permanecerá próximo al 2% incluso después de que el BCE ponga fin a la compra de activos el próximo mes de diciembre.
Sin embargo, los datos de PIB de la zona euro, publicados hoy también por el Eurostat, no concuerdan tanto con el crecimiento “sólido y amplio” del que hablaba el banquero central de la eurozona. Según las cifras publicadas, la expansión económica de la Europa común se contrajo del 2,5% al 2,1% interanual en el segundo trimestre, mientras que en la comparativa mensual, el PIB del segundo trimestre registró un avance del 0,3% entre abril y junio, frente al 0,4% de los tres primeros meses del año en curso. Ambos resultados se sitúan una décima por debajo de las previsiones de los analistas.
La moneda común europea recibió los datos con una pequeña oleada de ventas que arrastraron al par EUR/USD desde los 1,1728, hasta los 1,1714 dólares por euro, sobre los que consiguió rebotar para recuperar el tono alcista y marcar un máximo intradía en los 1,1736 dólares.
Del mismo modo, la noticia ha supuesto un toque de atención para los principales selectivos del Viejo Continente, y les llevó a situarse en números rojos durante algunos momentos. Próximos a la media sesión, tan solo el FTSE Mib italiano (+1,18%) y el Ibex 35 (+0,66%) español suben con más decisión, mientras que el resto de grandes índices muestran mínimos avances, que van desde el 0,04% del DAX, hasta el 0,35% del Euro Stoxx 50.