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- El mercado estará pendiente de la inflación después de la rebaja de impuestos
- Subidas en el sector financiero y en el sanitario; caídas en los servicios públicos y tecnológicos de EE.UU.
- Alzas en el yen provocan caídas en el Nikkei: números mixtos en Asia
- Números verdes en la cotización del crudo
De nuevo ganancias en los índices americanos al cierre de ayer martes. La única excepción es el Russel 2000 que cerraba ligeramente en negativo en lo que supone la sexta sesión consecutiva, en la que el S&P 500 y el Nasdaq alcanzan nuevos máximos históricos cada día. Por su parte, el S&P 500 acumula una subida del 2,9% desde el día de fin de año.
El Dow Jones industrial subió un 0,41% hasta 25.385,80, el S&P 500 ganó un 0,13% hasta 2.751,29 y el Nasdaq agregó un 0,09% hasta 7.163,58.
El mercado confía en el crecimiento económico global y en el aumento de los beneficios corporativos debido a los recortes de impuestos, pero también está muy pendiente de analizar si la revisión fiscal podría sobrecalentar la inflación y provocar un aumento en los tipos de interés más agresivo de lo esperado.
Después de un tibio informe de empleos de diciembre, las señales de un repunte de la inflación podrían aparecer en el informe mensual de precios al consumidor que se publica el viernes, el mismo día en que los grandes bancos de EE.UU. iniciarán la temporada de resultados del cuarto trimestre.
Los inversores de Estados Unidos siguen optimistas sobre la temporada de resultados del cuarto trimestre, que comienza el viernes con los resultados de JPMorgan Chase.
Se espera que todos los comentarios relacionados con la reforma fiscal estadounidense aprobada recientemente incluyan fuertes recortes de impuestos corporativos. La previsión es que las ganancias de las compañías del S&P 500 aumenten entre el 10 y el 12% en el cuarto trimestre, en comparación con un aumento del 8% en año pasado.
Las acciones del banco se vieron impulsadas ayer por el aumento de los rendimientos a 10 años del Tesoro de EE.UU.
El sector financiero del S&P cerró con un alza de 0,8%, después de que los rendimientos del bono del Tesoro estadounidense a 10 años alcanzaron un máximo de 10 meses ,debido a que el Banco de Japón dijo que recortaría sus compras de bonos del gobierno japonés.
Los servicios públicos sensibles a las tipos de interés y el sector inmobiliario terminaron bajando un 1%, mientras que el sector de las telecomunicaciones cayó un 1,8%.
El sector sanitario de S&P cerró un 1% arriba, impulsado por una subida del 1,6% en Johnson & Johnson, una ganancia del 5% en Gilead y un aumento del 8,3% en las acciones de Boston Scientific.
Las acciones de chips arrastraron al sector tecnológico que cayó un 0,3%. Intel cayó un 2,5%, después de que Microsoft dijera que los ordenadores con chips Intel más antiguos se desaceleraron notablemente después de que haber lanzado parches de seguridad.
En cambio, hoy hemos tenido número mixtos en Asia después de haber alcanzado máximos históricos.
Hemos visto subidas en las bolsas chinas y en Hong Kong, mientras que el índice más amplio de MSCI de acciones de Asia y el Pacífico fuera de Japón ha cerrado en negativo un 0,3% después de seis días consecutivos en positivo hasta ayer martes, con cotizaciones muy cercanas al máximo histórico generado en noviembre de 2007.
Las acciones de tecnología de la información lideraron la caída, Samsung extendió las pérdidas. Lo resultados de la compañía de tecnología decepcionaron a los inversores y generó preocupaciones, el boom de los chips de memoria podría estar llegando a su fin.
El Nikkei de Japón también perdió un 0,2%, retrocediendo desde el máximo de 26 años alcanzado ayer.
En el mercado de divisas, el yen ha mantenido las subidas que vimos ayer, después de que el Banco de Japón redujera el monto de sus compras en bonos a largo plazo, la cancelación del estímulo del banco central será un tema principal este año.
Por su parte, los precios del petróleo aumentaron las ganancias, con los futuros del crudo estadounidense llegando a un máximo de tres años. Todo ello debido a un ajustado equilibrio en el suministro por los recortes de producción liderados por la OPEP y una mayor caída en los inventarios de crudo de Estados Unidos.
El Instituto Americano del Petróleo dijo ayer a última hora que los inventarios de crudo cayeron en 11,2 millones de barriles en la semana al 5 de enero hasta 416,6 millones, mucho más que las expectativas de los analistas de una disminución de 3,9 millones de barriles.
El Crudo Brent subió un 0,6% hasta 69,22 dólares por barril, manteniéndose cerca de su nivel más alto desde mediados de 2015. El aumento de los precios del petróleo podría avivar la inflación, lo que podría ser perjudicial para algunos países propensos a la inflación.