Christine Lagarde (BCE) se viste de Draghi en su primer discurso sobre política monetaria

• Lagarde dice que habrá una “revisión estratégica” de la política monetaria del BCE, pero utiliza un tono continuista con el discurso de Draghi.
• Afirma que las políticas acomodaticias de la entidad seguirán apoyando a la economía y pide medidas fiscales a los gobiernos de la región.
• Nada en el discurso de la presidenta da a entender que habrá cambios en el próximo encuentro de la entidad en diciembre.

La nueva presidente del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha pronunciado hoy su primer discurso relevante como máxima responsable de la política monetaria comunitaria europea desde que asumiera su cargo el pasado 1 de noviembre.

En el marco del Congreso Europeo de Banca que se celebra estos días en Fráncfort, Lagarde puso el vello de punto a muchos inversores por unos segundos al afirmar que Europa necesita un “nuevo mix político” y que el primer aspecto que necesitaría una “revisión estratégica que comenzará en un futuro próximo” sería la política monetaria.

Sin embargo, el mercado apenas tuvo tiempo para reaccionar a estas palabras porque, acto seguido, la nueva mandamás de la banca europea se puso el disfraz de Draghi para repetir algunos de los mantras más eficaces empleados por su predecesor.

En concreto, Lagarde aseguró ante los presentes que la actual política acomodaticia del BCE ha sido uno de los elementos clave para la recuperación del consumo interno de la eurozona y que dicho posicionamiento se mantendrá sin cambios.

Afirmó, además, que, tal y como establece la actual hoja de ruta de la entidad, el Banco Central Europeo continuará dando apoyo a la economía a través de su política monetaria, al tiempo que responderá ante cualquier eventual riesgo con medidas orientadas a cumplir el mandato único de la entidad: que la evolución de los precios el consumo se sitúe próxima, pero por debajo del 2%.

Dada su explicación posterior, todo parece indicar que cuando Lagarde hablaba de cambios en la política monetaria, lo hacía en parte para endulzar su discurso y ponerse a sí misma de ejemplo antes de exigir a los estados miembros de la Unión Europea que pasen a la acción, algo que Mario Draghi se pasó sus últimos cargos demandando en todas y cada una de sus intervenciones públicas, especialmente en las ruedas de prensa posteriores a las reuniones del Consejo de Gobierno de la entidad.

Al igual que hiciera Draghi, Lagarde pide ayuda a los estados para cumplir con los objetivos del BCE

“Un elemento clave en este sentido son las políticas fiscales, que no sólo se refiere a la orientación global del gasto público, sino también a su composición. La inversión es una parte particularmente importante de la respuesta a los retos de hoy, porque es tanto la demanda de hoy como la oferta de mañana”, ha apuntado Lagarde antes de señalar que la inversión pública en la región se mantiene por debajo de los niveles anteriores.

En esta misma línea, Lagarde abundó, tal y como hiciera Draghi con escasa suerte una miríada de veces antes que ella, que el BCE podría alcanzar mejor sus objetivos si cuenta con la ayuda de estas otras políticas, tanto a nivel estatal como comunitario.

A la espera de ver el éxito que tienen las palabras de la francesa en Gobiernos centroeuropeos más dados a la austeridad como el de Viena o el de Berlín, todo parece indicar que la próxima reunión del BCE, prevista para el próximo 12 de diciembre, no traerá consigo ninguna novedad de calado.

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