El IPC de la eurozona repite en el 1,0% en agosto, su nivel más bajo desde 2016

• La primera lectura sitúa el IPC interanual de agosto en el 1,0%, en línea con lo esperado por el mercado.
• El IPC subyacente también repetiría en el 0,9%, para decepción de los inversores, que esperaban ver un pequeño repunte hasta el 1,0%.
• Los precios de la energía presentan su primer avance negativo desde noviembre de 2016.

La Oficina Europea de Estadísticas, Eurostat, ha adelantado hoy un discreto avance del IPC del 1,0% interanual en el mes de agosto, mismo registro que el obtenido finalmente en julio y en línea con lo previsto por el consenso de los analistas.

De confirmarse estas estimaciones en la lectura final, el dato del Índice de Precios al Consumo (IPC) de la eurozona volvería a presentar por segundo mes consecutivo su caminar más lento desde el mes de noviembre de 2016.

De igual modo, la lectura subyacente, aquella que excluye para su cálculo los elementos más volátiles de la cesta de la compra como los combustibles o los alimentos frescos, repetiría también en el mismo 0,9% visto en el mes precedente, para mayor decepción del mercado, que esperaba ver un avance en este sentido hasta el 1,0%.

Tampoco es una buena señal la entrada en negativo de los precios de la energía. Si miramos la evolución del coste de la vida en función de las diferentes partidas de gasto de los hogares, vemos como la energía, no solo sigue desacelerando su avance, sino que entraría directamente en niveles negativos (-0,6%), algo que no sucedía desde el es mes de noviembre de 2016.

De igual modo, los precios de los servicios, con un peso próximo al 45% de la cesta de la compra de los hogares, solo han sido capaces de rebotar en una décima, desde el 1,2% al 1,3% interanual en agosto; mientas que los precios de los alimentos y las bebidas han avanzado del 1,9% al 2,1%, mientras que los de la energía se mantiene estables en el 1,3%.

Los pobres datos de inflación presionan al BCE para que pase a la acción

Con estos resultados en la mano, la ausencia de presiones inflacionistas en la economía comunitaria añade más presión al Banco Central Europeo (BCE) para que pase ya a la acción en su próxima reunión y anuncie nuevas medidas de estímulo económico.

En las últimas semanas, las expectativas de los inversores no han hecho más que ir en aumento respecto a la posibilidad de que la autoridad monetaria recorte sus tipos de interés e incluso anuncie un nuevo programa de compra de bonos.

Sin embargo, varias voces dentro de la propia entidad han tratado de enfriar los ánimos del mercado y comenzar a mentalizar a los inversores de que puede haber fuertes decepciones entres aquellos que esperan que la entidad saque todo su arsenal.

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