Estados Unidos empeora en dos décimas su segunda estimación del PIB, hasta el -5%

• El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos cae un 5% en el primer trimestre, dos décimas más de lo estimado en su primer cálculo.
• El consumo personal se contrae menos de lo esperado en el primer trimestre.
• El mercado laboral estadounidense sigue despidiendo a más de 2 millones de personas a la semana, pero reincorpora a más trabajadores de lo esperado.
• Los pedidos a fábrica se contraen mucho menos de lo temido en el mes de abril.

La Oficina de Análisis Estadístico del Departamento de Comercio del Gobierno de Estados Unidos ha empeorado hoy en dos décimas el retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) en el primer trimestre, que sitúa la contracción de la economía del Tío Sam entre enero y marzo de 2020 en 5%.

De confirmarse este dato, el resultado se encontraría un punto completo por encima de las expectativas del mercado, que esperaba antes de conocer la primera estimación un descenso del PIB de la primera economía del planeta del 4%,

Además, la caída anunciada hoy supondría la mayor contracción de este indicador desde el primer trimestre de 2009, cuando la actividad en el país se contrajo un 6,3%, durante la última gran crisis financiera.

Desde entonces, el selectivo solo ha dejado de crecer en otras dos ocasiones: en el trimestre siguiente (segundo de 2009), cuando retrocedió otro 0,7%; y en el primero de 2014, cuando lo hizo un 2,1%.

Sin embargo, dado el impacto de las medidas de confinamiento y distanciamiento social impuestas desde mediados de mayo, el mercado da por descontado que los números del segundo trimestre superarán con creces los peores registros de la serie histórica.

El consumo personal en Estados Unidos se contrae menos de lo adelantado

Sin embargo, no todo son malas noticias dentro de los datos del PIB de hoy. A pesar de los episodios de acopio vistos antes de la entrada en vigor de los confinamientos, la primera lectura publicada el pasado 29 abril situaba la caída del consumo personal en un 7,6% en el trimestre, frente al 3,6% esperado. Ahora, sin embargo, dicha estimación, se ha reducido al 6,8%.

De igual modo, destaca la corrección a la baja de la inflación medida a través del índice subyacente del gasto en consumo personal (PCE), uno de los indicadores preferidos por la Reserva Federal (Fed) para analizar la evolución del coste de la vida de los ciudadanos estadounidenses.

Según las cifras ofrecidas hoy, la evolución de los precios habría dado un paso atrás en su camino hacia el objetivo de la entidad, con un retroceso en una décima desde el 1,7% al 1,8%, en lugar de acelerar hasta el 1,8% como se calculó inicialmente.

Además de las cifras del PIB, el Gobierno de Estados Unidos también ha presentado otras estadísticas esta tarde, que, en líneas generales y dentro de la gravedad de la situación, se han situado por encima de las expectativas.

El mercado laboral de Estados Unidos reincorpora a más trabajadores de lo esperado

En primer lugar y como cada jueves, el Departamento de Trabajo ha hecho públicos las cifras de peticiones de subsidio por desempleo durante la semana anterior. En esta ocasión, los datos muestran un ligero descenso respecto a la semana precedente del número de nuevas solicitudes desde los 2,44 millones a las 2,12 millones de peticiones.

Estos registros están en línea con las previsiones del mercado, pero lo que no esperaban los inversores es que el “solo” 21,05 millones de estadounidenses renovaran su prestación la pasada semana.

Los inversores se habían hecho a la idea de que dicho número superaría por primera vez en la historia los 25 millones de personas, pero, en lugar de eso, este indicador ha registrado su primer retroceso de las últimas nueve semanas, lo que apunta a que más trabajadores de los esperados se están reincorporando a sus trabajos.

Los pedidos de bienes duraderos en EE. UU. se contraen la mitad de lo previsto en abril

Paralelamente, la Oficina del Censo ha dado a conocer las cifras de pedidos de bienes duraderos del mes de abril que, en su lectura central, arrojan un retroceso del 17,2%, frente al 19,1%. La lectura subyacente, aquella que excluyen para su cálculo los encargos de la industria del transporte -los pedidos de aviones son muy volátiles y desvirtúan la estadística- muestran una contracción del 7,4%, frente al 14,0% que esperaban los inversores.

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