La teoría del Cisne Negro explicada: ¿qué es un suceso de Cisne Negro?

¿Qué es un suceso de Cisne Negro?

«Un cisne negro es un evento impredecible que está más allá de lo que se espera normalmente de una situación y tiene consecuencias potencialmente graves. Los sucesos de Cisne Negro se caracterizan por su extrema rareza, su impacto severo y la insistencia generalizada de que eran obvios en retrospectiva», escribe Nassim Nicholas Taleb, un inversor de Wall Street retirado, en su libro El Cisne Negro: el impacto de lo altamente improbable.

No existen límites en la forma en la que un suceso de Cisne Negro puede manifestarse. Podría ser cualquier cosa: desde un desastre natural hasta una guerra, un accidente financiero o el brote de un virus. Sin embargo, comparten tres características según Taleb, quien formuló la teoría sobre cómo los sucesos extremos e inesperados pueden desempeñar un papel extraordinario en nuestras vidas.

La primera es que los sucesos de Cisne Negro son raros: están fuera de las expectativas normales, ya que nada de lo sucedido en el pasado puede sugerir de forma creíble que vayan a suceder.

La segunda es que el suceso produce un impacto grave y extremo en la sociedad o en el mundo.

La tercera es que un evento de Cisne Negro es predecible después de que dicho suceso se haya producido. Aunque no se esperaba con antelación, puede explicarse en retrospectiva, por lo que nos preguntamos por qué no estábamos preparados.

Los sucesos de Cisne Negro también pueden utilizarse para describir eventos altamente probables que no ocurren.

Los sucesos de Cisne Negro son poco frecuentes por naturaleza. No obstante, es muy probable que haya sucedido algo similar con anterioridad. La crisis de coronavirus es un suceso de Cisne Negro, aunque no es la primera vez que la humanidad ha tenido que enfrentarse a una pandemia mundial si tenemos en cuenta la gripe española u otros brotes.

Un desastre natural siempre es sorprendente, aunque ya haya tenido lugar con anterioridad, como puede ser un terremoto, un tsunami o una erupción volcánica. Una crisis financiera siempre surge de la nada y coge a la mayoría de la gente por sorpresa a pesar de las veces que ha sucedido en el pasado. En particular, estos sucesos no se consideran imposibles, aunque es muy poco probable que tengan lugar si nos fijamos en pruebas históricas.

También vale la pena destacar el papel de la perspectiva en los sucesos de Cisne Negro. Por ejemplo, un ataque terrorista sería considerado como un suceso de Cisne Negro para la mayoría de las personas, pero no por sus autores, lo que también significa que no todo el mundo percibe los sucesos de Cisne Negro como algo negativo.

La historia de la teoría del Cisne Negro

Taleb presentó la idea de los sucesos de Cisne Negro en 2001, aunque no empezaron a llamar la atención hasta que dedicó un libro completo sobre este tema en 2007, justo antes de que el mundo sufriera un suceso de Cisne Negro en forma de crisis financiera en 2008.

El término «Cisne Negro» deriva de la creencia en Occidente de que todos los cisnes eran blancos, porque todos los cisnes que se conocían hasta entonces eran de ese color, hasta que esta creencia se desechó cuando Australia fue descubierta y se encontró al primer cisne negro.

«La visión del primer cisne negro podría haber sido una sorpresa interesante para unos pocos ornitólogos, pero la importancia de la historia no radica aquí. Este hecho ilustra una grave limitación de nuestro aprendizaje a partir de la observación o la experiencia, y la fragilidad de nuestro conocimiento. Una única observación puede invalidar una afirmación generalizada derivada de avistamientos confirmados de millones de cisnes blancos. Todo lo que necesitas es una sola ave negra», escribe Taleb.

La teoría del Cisne Negro sugiere que lo que no sabemos es mucho más importante que lo que sabemos. Puedes usar todo tu conocimiento para preparar lo que crees que puede ser cada posibilidad, para que un solo suceso de Cisne Negro demuestre que estabas equivocado.

Ejemplos de sucesos de Cisne Negro

Han existido varios eventos de Cisne Negro a lo largo de la historia y pueden tomar formas muy diferentes. Ambas guerras mundiales, la caída de la Unión Soviética, el surgimiento del fundamentalismo islámico, el 11 de septiembre, el impacto de la difusión de Internet y las crisis financieras de 1987 y 2008 son ejemplos de sucesos de Cisne Negro.

Aunque ahora mismo, estamos viviendo en un suceso de Cisne Negro. Ha habido debates acerca de si la pandemia de coronavirus es un suceso de Cisne Negro. Sin embargo, cumple con los requisitos. A pesar de que se conocía la amenaza de un virus, la falta de preparación de los gobiernos de todo el mundo demuestra que se consideraba un suceso poco probable y que había pocas posibilidades de que pudiera tener lugar.

También ha supuesto consecuencias terribles, tanto en la salud pública como en la economía. Además, ahora que ha tenido lugar, tiene una explicación en retrospectiva y todos nos preguntamos por qué no estábamos listos para ello.

Taleb sostiene que la mayoría de los avances científicos o tecnológicos son el resultado de los Cisnes Negros. La mayoría de los descubrimientos no están necesariamente planeados, pero se encuentran por accidente o como consecuencia de un suceso de Cisne Negro.

Por ejemplo, se cree que los rayos X y los hornos de microondas han sido descubiertos por accidente. De la misma manera, aunque muchas empresas están luchando por encontrar una vacuna contra el coronavirus, los tratamientos eficaces que han funcionado hasta la fecha fueron desarrollados inicialmente por otras razones, como por ejemplo, el fármaco antiviral Remdesivir.

La idea es que la mayoría de los descubrimientos se realizan a través de un proceso agresivo de ensayo y error en lugar de una planificación y diseño extensos, y esa es la razón por la que las nuevas tecnologías o los descubrimientos científicos suelen ser tan sorprendentes e inesperados.

¿Qué significan los sucesos de Cisne Negro para los inversores?

Entonces, ¿cómo se prepara alguien para lo desconocido? La teoría no consiste en intentar predecir los sucesos futuros de Cisne Negro, sino en reconocer que tendrán lugar y asegurarte de que estás preparado para reaccionar ante lo que ocurra.

Esto significa que no se tienen que tener en cuenta la mayoría de las predicciones, especialmente las que se hacen a largo plazo. Taleb dijo que «hacemos proyecciones a 30 años del déficit de la seguridad social y de los precios del petróleo sin darnos cuenta de que ni siquiera podemos prever unos y otros para el verano que viene», porque «nuestros errores de previsión acumulativos sobre los sucesos políticos y económicos son tan monstruosos».

Las inversiones bajo los principios de los Cisnes Negros son bajistas por naturaleza y se basan en el hecho de que debemos centrarnos más en la prevención en lugar del tratamiento cuando se trata de sucesos catastróficos.

El problema que tienen este tipo de inversiones para atraer a muchos inversores es que las tácticas de prevención rara vez ofrecen las mismas recompensas que los tratamientos. Por ejemplo, una empresa que inventase una vacuna contra un virus que sea visto como una amenaza, pero que aún no haya causado ninguna enfermedad o muerte en seres humanos se considerará innecesaria y no atraería atención alguna, mientras que una empresa que encontrase una vacuna para detener una pandemia se verá enormemente recompensada.

Del mismo modo, si un inversor es constantemente bajista por el temor de que se pueda producir un suceso de Cisne Negro, obtendrá unos beneficios significativamente inferiores hasta que tenga lugar.

Sin embargo, mientras que el número la magnitud de los sucesos de Cisne Negro aumenta a medida que el mundo se vuelve más complejo, la inversión en Cisnes Negros está ganando impulso. No es de extrañar que la atención aumente cuando se produce un suceso de Cisne Negro, por lo que el coronavirus lo impulsará de nuevo al centro de atención mientras los inversores buscan formas de reducir el riesgo, establecer estrategias de cobertura y diversificar sus carteras para protegerse de lo desconocido.

Por ejemplo, este suceso podría implicar que dedicases una parte de tu cartera a activos refugio seguros como el oro, incluso cuando el mercado se encuentra en un periodo alcista prolongado y los precios del oro no generen ninguna rentabilidad, al menos hasta que los mercados vuelvan a sufrir una caída, o cubran tus posiciones. Es probable que tus inversiones no rindan tanto mientras dure el periodo alcista pero obtendrás muchos más beneficios cuando el mercado se desplome. Por otra parte, al examinar acciones diferentes, puedes considerar las amenazas y riesgos que no aparecen en los criterios de riesgo de la empresa y en cómo se desempeñaría bajo diferentes escenarios.

La inversión en Cisnes Negros se centra en buscar acciones u otros instrumentos financieros con los que se puedan obtener grandes beneficios si los mercados se desploman. La estrategia solo funciona cuando se produce una crisis, por lo que puede suponer pérdidas durante un periodo prolongado antes de que se produzca un desplome repentino a causa de un suceso de Cisne Negro.

Tomemos a Universa Investments como ejemplo. Bajo la dirección de Mark Spitznagel y Taleb, el fondo de Cisne Negro «formalizó e institucionalizó la idea de la cobertura del riesgo de cola» y ha obtenido beneficios considerables desde que el brote de coronavirus sumiera a los mercados en la inestabilidad. Según los informes, el fondo ha aumentado en más de un 3600% durante la crisis, aunque se ha observado que su desempeño durante los 10 años anteriores no había sido prometedor y que no era rentable mientras los mercados continuaban su carrera alcista.

Sin embargo, la estrategia parece haber dado beneficios a largo plazo, ya que se espera que el fondo siga aumentando en un 200% en los próximos 10 años, en gran medida gracias a los últimos meses. Otro informe sugiere que un inversor podría haber diversificado tan solo el 3,3% de su cartera en Universa y el resto en un fondo cotizado del S&P 500 y habría observado un rendimiento del 0,4% en marzo de 2020, un mes en el que el índice de referencia se hundió en un 12%.

La inversión en Cisnes Negros no es para el inversor temeroso o impaciente. Como dijo Spitznagel una vez, es como intentar aprender el piano durante 10 años y no saber tocar «Chopsticks», con la esperanza de despertar un día y poder tocar como Rembrandt.