Análisis de BBVA, CaixaBank y Sabadell tras resultados

BBVA ha presentado hoy resultados con una ganancia de 5.234 millones en 2018, lo que supone un aumento del 51% con respecto a 2017. Este alto beneficio se debió gracias a las plusvalías que ha obtenido el banco por la venta de su negocio en Chile.

Su presidente, Carlos Torres Vila, considera que los resultados han sido muy buenos, en un entorno de tipos bajos, a la vez que ha logrado importantes avances en la digitalización, más de la mitad de los usuarios utilizan dichos canales.

La morosidad ha descendido al 3,9%, la tasa de cobertura alcanzó el 73%, disminuyendo los créditos de dudoso cobro, mientras que, por otro lado, su exposición inmobiliaria se reduce a mínimos históricos.

Las acciones suben un 0,62%, siendo el único valor del sectorial bancario que se mantiene en positivo. En su conjunto, el índice BCN bancos cae un -1,42%.

Técnicamente, las acciones comenzaron a subir a finales de diciembre, dicho rebote ha llegado hasta el nivel del 38,2% de Fibonacci de la caída que tiene lugar desde el 11 de mayo de 2018.

El precio se mantiene por debajo de la media de 200 periodos y de la directriz bajista. El parabólico SAR dio ayer un cambio de alcista a bajista y el MACD podría estar a punto de cruzarse a la baja, lo que podría meter más presión al valor. Para ver una mejora en el gráfico del BBVA que pudiera motivar compras, deberíamos ver un cierre diario por encima de la resistencia de los 5,575 euros.

CaixaBank también ha reportado hoy resultados. El banco ha ganado 1985 millones de euros, lo que significa un aumento del beneficio del 17,8% con respecto a 2017. Sin embargo, estos resultados no han convencido al mercado, que penalizan al valor con una caída del 7,25%, siendo el principal lastre del sectorial bancario.

El hecho principal, que no ha gustado al mercado, han sido las pérdidas de 530 millones que le han supuesto la actividad inmobiliaria procedente de la crisis financiera.

A pesar de que el banco ha reducido los activos tóxicos inmobiliarios, estos siguen siendo elevados, los saldos dudosos se contabilizan en 11195 millones de euros.

Estos resultados vienen en un contexto en el que el banco tiene un exceso de personal de 2.175 empleados que supondrá el cierre de 700 oficinas.

La venta del paquete de acciones de Repsol tuvo un impacto negativo en sus resultados de 457 millones.

Técnicamente, hoy el gráfico está mostrando un claro empeoramiento, con un soporte en los 3,061 euros, un cierre diario por debajo de dicho nivel, aumentaría claramente la presión en el valor y esto aumentaría las probabilidades de mayores caídas con objetivo 2,89 en primera instancia e incluso podría llevar al precio hacia el entorno de los 2,74 euros.

Los indicadores técnicos muestran un cruce bajista hoy en el MACD y en el RSI.

Banco Sabadell es otro de los bancos que ha reportado resultados. En su caso, han sido decepcionantes, lo que ha provocado una caída en sus acciones que supera el 7% y lo sitúan como el segundo valor que más cae después de Caixabank.

La entidad se ha visto afectada por los problemas de migración tecnológica de su filial británica TSB y los costes extraordinarios que le han servido para limpiar su balance. El beneficio de la compañía ha ascendido hasta los 328 millones, lo que ha supuesto una caída del 54% con respecto a los resultados de 2017.

Dejando al margen a TSB, el banco habría ganado 568 millones. El margen de intereses subió un 0,3%, pero el margen bruto cayó un 10%, a pesar de que las comisiones netas aumentaron un 9,5%, dicho margen se vió afectado por el resultado negativo de las operaciones financieras.

Los gastos de explotación aumentaron un 8,9% y los costes no recurrentes procedentes de los problemas de la migración tecnológica de TSB se dispararon.

El banco limpió su balance de activos tóxicos tras la venta de Solvia a Lindorff. El ratio de morosidad cayó hasta el 4,22%.

Técnicamente, le ocurre lo mismo que a Caixa Bank: podría perder el soporte de los 0,962 euros, lo cual empeora claramente su gráfico y le mete mayor presión bajista que podría marcar un objetivo de caída en el entorno de los 0,8421 euros.