Bruselas prohíbe la fusión entre Siemens y Alstom; Talgo acaricia máximos de tres años

• La Comisión Europea cree que una fusión dañaría la competencia en el mercado.
• La titular europea del ramo, Margrethe Vestager, dice que supondría mayores precios y menor innovación.
• Los títulos de la española Talgo marcan máximos de tres meses y se quedan a la puerta de su mejor marca en tres años.

La Comisión Europea ha vetado hoy la fusión entre los dos grandes fabricantes europeos de transportes ferroviario, la alemana Siemens y la francesa Alstom, con el objetivo de crear una superempresa que domine el sector en el mercado europeo del ferrocarril.

La noticia ha sido acogida con gran regocijo por los accionistas de Talgo, que premian esta decisión con un avance superior al 6,5% de su cotización, que marca hoy un nuevo máximo de 10 meses en los 5,75 euros por acción y se queda a tan solo cuatro céntimos de su mejor registro de los últimos 3 años.

Bruselas ha rechazado este movimiento empresarial, en un acto que ha encendido las iras tanto de París como de Berlín, al alegar que una fusión entre ambas compañías habría dañado la competencia en los mercados de sistemas de señalización ferroviaria y trenes de alta velocidad.

Asimismo, asegura la Comisión que adopta dicha decisión toda vez que las compañías interesadas no han logrado ofrecer soluciones a las dudas planteadas por el Ejecutivo comunitario.

La propia comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, ha confirmado hoy esta decisión, al afirmar que una fusión entre ambas compañías acarrearía como resultados “mayores precios, menos posibilidad de elección y menor innovación”, por lo que la iniciativa “ha sido bloqueada”.

Clientes, competidores, patronal y sindicatos, contrarios a la fusión entre Alstom y Siemens

Del mismo modo, en un comunicado la CE alega que, durante el periodo de investigación, la Comisión “ha recibido diversas quejas por parte de clientes, competidores, asociaciones industriales y sindicatos”, además de obtener “comentarios negativos” de diferentes entes reguladores de la competencia de los estados miembro.

“La fusión habría creado al líder indiscutible en algunos mercados de señalización y un jugador dominante en el segmento de trenes de muy alta velocidad. Habría reducido significativamente la competencia en estas áreas, privando a los clientes, incluidos los operadores de trenes y los administradores de infraestructura ferroviaria, de una mayor oferta de proveedores”, sostiene.

Consideran que la situación en la que quedarían sus competidores europeos tras la fusión de estos dos grandes “no sería suficiente como para garantizar una competencia eficaz en el mercado”.

En cuanto a la escena internacional, alega la Comisión que los proveedores chinos no cuentan con presencia en la actualidad en el mercado europeo de los sistemas de señalización y que ni siquiera han mostrado intención de hacerlo, por lo que les llevaría mucho tiempo convertirse en un proveedor “creíble” dentro del mercado europeo.

Respecto a los trenes de alta velocidad, el Gobierno comunitario ve “altamente improbable” que los fabricantes del gigante asiático pudiesen competir de forma efectiva con el supergigante resultante de la fusión de Siemens y Alstom.

La cotización de Siemens cae un 0,5%, pero la de Alstom rebota un 4%.

Esta decisión no ha gustado a los inversores de Siemens, cuyas acciones acumulan un retroceso en la sesión cercano al 0,44%, por debajo otra vez de los 96 euros por acción.

Sin embargo, la consumación de los presagios del mercado no ha desagradado para nada a los accionistas de la francesa Alstom, que sube un 3,98% y se sitúan en torno a los 37,67 euros por acción.