- Cede más de dos dólares en menos de dos sesiones.
- El dato de inventarios en Estados Unidos podría tener un fuerte impacto en su cotización.
- Un aumento de las reservas podría provocar una nueva oleada de ventas.
- Por el contrario, una reducción de las existencias podría hacerlo rebotar.
Las órdenes de venta siguen acumulándose en el crudo, que cede más de dos dólares en menos de dos sesiones. La cotización de la materia prima más negociada del mundo se ve sometida a una fuerte presión, a la espera de conocer los datos oficiales de reservas de petróleo almacenado en Estados Unidos.
En la sesión de hoy, ambas referencias a uno y otro lado del Atlántico acumulan un nuevo descenso superior al 1%, después de poner fin a la jornada de ayer con un recorte del 2,45%. En el caso del crudo ligero de Texas, el recorte lo llevaba hasta los 68,41 dólares; y del 1,04%, en el caso del Brent, en los 74,19 dólares por barril.
De este modo, la referencia estadounidense concluyó el mes de julio con una caída final del 7,74%, mientras que la europea se situó en el 6,61%, el peor resultado mensual en ambos casos desde julio de 2016.
La oleada de ventas en el crudo comenzó el día de ayer con la publicación de un sondeo elaborado por Reuters sobre la producción de los países de la OPEC. Dicha encuesta reflejaba un incremento de los niveles de bombeo hasta un nuevo máximo anual en el mes de julio.
A pesar de que Irán ha visto muy afectada su capacidad de llevar crudo al mercado por las sanciones impuestas por Estados Unidos y de los problemas registrados en otros grandes productores como Venezuela, todo parece indicar que los países de la OPEC, con Arabia Saudí a la cabeza, están cumpliendo con lo anunciado en el mes de junio y han comenzado a relajar las restricciones al bombeo acordadas con otros grandes productores como Rusia el pasado año.
La perspectiva de que los países del cártel vuelvan a inundar el mercado con petróleo alimentan el fantasma de la sobreoferta. De hecho, que las últimas subidas de los precios del petróleo hayan devuelto la rentabilidad a los productores de esquisto estadounidenses ha encendido algunas alarmas.
La pasada semana, la Agencia de Información para la Energía (EIA) del Gobierno de Estados Unidos informó de que la producción en el país del Tío Sam había alcanzado niveles récord, alcanzando ya la cifra histórica de los 11 millones de barriles al día.
En la tarde de hoy será esta misma institución la encargada de marcar el curso del crudo en las próximas sesiones. A las 16.30 horas, esta entidad dependiente del Departamento de Energía estadounidense publicará los datos oficiales de inventarios de petróleo, gasolina y productos destilados en Estados Unidos.
La primera lectura facilitada en la tarde de ayer por los industriales reunidos en el American Petroleum Institute (API) ha supuesto un auténtico jarro de agua fría para los que esperaban un punto de apoyo sobre el que la materia prima pudiera reponerse al sondeo de Reuters y tomar la senda alcista. Según las cifras publicadas, en vez de un recorte de unos 3 millones de las existencias de crudo, API reportó un avance semanal cercano a los 5,6 millones de barriles.
De este modo, si los datos oficiales confirman hoy una expansión de las existencias semanales de crudo en Estados Unidos, el sentimiento del mercado podría tornarse aún más negativo. Sin embargo, un retroceso de las existencias superior a lo vaticinado podría desatar las compras, especialmente en los minutos inmediatamente posteriores a la publicación del dato.
Del mismo modo, habrá que tener en cuenta cómo avanzan las existencias de gasolina y productos destilados, que supondrán también un buen indicador de la situación de la oferta. Esto es aún más necesario en plena campaña estival en Estados Unidos, en la que aumenta el consumo de carburantes ante el mayor número de desplazamientos en el país.
A nivel técnico, según detalla Sergio Ávila, analista de IG, en el intradía la cotización del Brent ha perdido el soporte S1 de los 73,50 dólares, lo que presiona al precio hacia el siguiente nivel de soporte en los 72,80 dólares por barril, nivel que aún no ha tocado. Esta presión bajista que estamos viendo aumenta las probabilidades de volver a ver al crudo europeo en los 71,66 dólares por barril, mínimos marcados al cierre de sesión el día 17 de julio.