El Banco de Japón mantiene los tipos de interés, pero recorta previsiones de inflación

• Este mes se cumplen tres años de tipos de interés negativos en Japón (-0,10%).
• Las previsiones de inflación para el año fiscal 2019/2020 se recortan medio punto, hasta el 0,9%.
• La entidad se resigna a que no alcanzará su objetivo del 2% en los próximos años.
• Kuroda ve riesgos crecientes para la economía y dice que la entidad “tomará medidas si fuera necesario”.

El Banco de Japón (BoJ) ha decidido en su encuentro de hoy dejar sin cambios su política monetaria y mantener los tipos de interés en el -0,10%, nivel en el que han permanecido durante los últimos tres años.

En su reunión del mes de enero de 2016, la autoridad monetaria nipona decidió por primera vez en su historia introducir una tasa de interés negativa con el objetivo de estimular su economía. Desde entonces, el banco central del país del sol naciente ha mantenido una de las posturas más acomodaticias de entre todos los grandes bancos centrales.

La decisión de mantener sin cambios su política en el encuentro de hoy estaba ampliamente descontada por los mercados, pero sí que ha pillado algo más por sorpresa a los inversores la decisión de recortar sus proyecciones de inflación, más por lo fuerte de la rebaja que por el hecho en sí.

El BoJ rebaja notablemente sus previsiones de inflación

De este modo, las previsiones del BoJ pasan ahora por que los precios al consumo avancen a un ritmo interanual del 0,9% en el ejercicio 2019/2020, lo que supone una sensible rebaja en comparación con la evolución del 1,4% calculada en el mes de octubre.

De cara a los ejercicios siguientes, la revisión a la baja de las proyecciones es de tan solo una décima, con una nueva estimación del 1,4% para el año fiscal 2020/2021; mientras que para el presente curso 2018/2019, el pronóstico se relaja mínimamente desde el 0,9% al 0,8%.

Con estas proyecciones, la máxima autoridad monetaria del país del sol naciente parece resignarse a no cumplir en los próximos tres años con el prácticamente mandato único de todo banco central de que los precios al consumo se sitúen en torno al 2%.

Más allá del ajuste de los cálculos para la inflación, el Banco de Japón ha comenzado 2019 con las mismas intenciones con las que finalizó 2018 (además de los tipos de interés, mantiene también el resto de políticas, como el control de la rentabilidad de los bonos a 10 años), pero con un tono más cauto todavía si cabe, a tenor de las crecientes señales de preocupación que emite la economía global.

Kuroda, dispuesto a adoptar medidas adicionales “si fuese necesario”

En la posterior rueda de prensa, el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, ha achacado al desplome de los precios del crudo esta revisión de la evolución de los precios al consumo en el país, al tiempo que ha insistido en que la opción más apropiada para la economía nipona es que el banco mantenga sus actuales políticas acomodaticias.

Asimismo, Kuroda ha remarcado que los riesgos económicos han aumentado por las fricciones comerciales entre China y Estados Unidos y los problemas internos de Europa, pero ha insistido en que el banco de bancos japoneses está dispuesto “a tomar medidas adicionales si fuera necesario”.

El reforzamiento del tono ‘dovish’ de la entidad, sumado al recorte de las previsiones de inflación y a los malos datos de la balanza comercial del país publicados esta madrugada, ha acabado pesando en el yen japonés y han llevado al USD/JPY (大口） hasta un máximo intradía en los 109,80 yenes por dólar y perder la directriz bajista en el gráfico de 30 minutos, tal y como señala Sergio Ávila en este artículo.