- El IPC subyacente se relaja hasta el 1%.
- La cesta de la compra se encarece un 0,2% en agosto respecto a julio.
- El objetivo del BCE es que la inflación se sitúe próxima, pero por debajo del 2%
- Estos datos estaban ampliamente descontados por los inversores.
La Oficina Europea de Estadísticas, Eurostat, ha confirmado hoy la relajación en una décima del índice de precios al consumidor (IPC) en el mes de agosto hasta el 2,0% interanual, frente al 2,1% registrado en julio, tal y como había adelantado en su lectura inicial.
Del mismo modo, la oficina estadística ha constatado como la inflación subyacente, que excluye para su cálculo los elementos más volátiles de la cesta de la compra como los carburantes y los alimentos frescos, se desinfla también una décima en el octavo mes del año en curso, del 1,1% al 1,0%.
De este modo, la inflación desciende en el mes de agosto hasta situarse en línea con el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de que la evolución de los precios de la cesta de la compra de los ciudadanos europeos se sitúe próxima al 2% internaual, pero sin sobrepasar este nivel. En el pesado mes de julio, los precios al consumo superaron el umbral objetivo de la entidad por primera vez desde diciembre de 2012, espoleados por el repunte de los precios del crudo.
Así, el principal causante de la desaceleración de la lectura central del IPC en el mes de agosto se encuentra en el menor avance de los precios de la energía, que se encarecen un 9,2% interanual, frente al 9,5% registrado en julio. A mucha distancia de esta partida del gasto de los hogares, la alimentación, las bebidas y el tabaco se apreciaron un 2,4% en la comparativa anual en agosto (+2,5% en julio), el coste de los servicios se incrementó un 1,3% (+1,4% en julio) y el de los bienes industriales energético un 0,4% (+0,5% en julio).
En la comparativa mensual, la cesta de la compra en la zona euro fue un 0,2% más cara en agosto que en el mes de julio, tanto en la lectura central como en la subyacente.
La publicación de estos datos ha pasado prácticamente inadvertida en un mercado más preocupado en las últimas semanas de la escalada de las tensiones comerciales que de los datos macro. Los inversores no han reaccionado apenas ante unos datos que ya habían sido descontados y que permiten al EUR/USD mantenerse sobre los 1,1650 dólares por euro.