La libra esterlina cae por debajo de 1,31, decepcionada por la pequeña prórroga que May ha solicitado a Bruselas

• Theresa May pide a Bruselas una pequeña prórroga del Brexit, pero ofrece a cambio participar en las elecciones europeas.
• El Consejo Europeo decidirá el próximo miércoles, 10 de abril, si accede a dicha extensión de la fecha de salida.
• La libra esterlina marca mínimos de la sesión en los 1,3056 dólares por moneda de la Reina.

La libra esterlina se ve sometida a presión tras la decisión de Theresa May de solicitar solo una pequeña prórroga para la fecha de salida del Brexit y a las 13:38 horas, el par GBP/USD acumula un retroceso del 0,11%, ligeramente por encima de los 1,3060 dólares y muy lejos ya de los máximos del día marcados en los 1,3122 dólares por moneda de la Reina horas antes de la apertura europea.

La divisa británica apuntaba a una sesión al alza, impulsada por las informaciones aparecidas esta madrugada de que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, habría propuesto al Reino Unido una prórroga “flexible” de 12 meses para evitar así un Brexit duro el próximo viernes, 12 de abril.

Con este movimiento, la UE estaría abriendo la puerta a que el Reino Unido abandonase la Unión antes de este periodo si el Parlamento británico ratifica el acuerdo de salida antes de estos 12 meses.

La libra fue ganando respaldo por parte de los inversores a medida que el mercado se llenaba de rumores sobre la posibilidad de que la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, enviase hoy mismo un requerimiento a Bruselas en el que se demandase dicha prórroga.

Theresa May solicita una prórroga para el Brexit, pero solo hasta el 30 de junio

Sin embargo, el mejor ánimo de los inversores cambió cuando los rumores de dicha misiva se confirmaron, ya que el contenido de la misma aboga por una prórroga sólo hasta el próximo 30 de junio, algo que Bruselas ya ha dicho que no está dispuesta a acceder dado la celebración de las próximas elecciones comunitarias el 26 de mayo.

La carta, sin embargo, declara que la máxima intención del Reino Unido es ratificar el acuerdo negociado con Bruselas antes del día 23 de mayo y reconoce también su disposición a participar en las elecciones al Parlamento Europeo si ello fuera necesario.

Con este movimiento, May intenta evitar la rebelión interna que afronta en el seno de su propio partido si abiertamente accediese ya a una prórroga de un año de la fecha de salida, pero a cambio se ofrece también a una gran concesión como es la participación en los próximos comicios de la Unión Europea.

Si se acepta la prórroga, May volverá a tener un arma con la que chantajear los ‘brexiteers’

Si logra que los jefes de Gobierno de la UE den el visto bueno a su propuesta el próximo día 10 de abril, May podría volver de nuevo al Parlamento británico con una postura de fuerza. Descartada por la Cámara de los Comunes la opción de un Brexit duro, la líder del ejecutivo londinense tendría la baza de una extensión prolongada de la fecha de salida como un arma para convencer a los más acérrimos defensores del Brexit para que aprueben su texto.

Sin embargo, no está del todo claro si los países de la Unión aceptarán una propuesta que debida a la precaria situación de May se ha formulado de una forma muy ambigua y que deja demasiados flecos sueltos ante el factible escenario de que el Reino Unido finalmente tenga que participar en las elecciones del 26 de mayo.

La única razón para que los estados miembros aceptasen esta prórroga sería simplemente por solidaridad con May ya que, con la decisión manifestada por el Parlamente británico de rechazar por todos los medios un Brexit duro, la Unión Europea tiene la mano ganadora a la hora de exigir al Reino Unido que la extensión sea hasta marzo del año en lugar de tan solo unos meses.

Con este movimiento se cambia un poco la decoración, pero el escenario apenas varía y la incertidumbre sigue siendo el común denominador. En cualquier caso, una vez ofrecido el caramelo de retrasar el Brexit al menos un año, el mercado se muestra decepcionado por el paso dado por May y empuja a la libra esterlina a territorio negativo, con un nuevo mínimo en la sesión en los 1,3056 dólares por divisa británica.