- La guerra comercial pasa factura al gigante asiático, que podría crecer menos de un 6,5% interanual en 2019.
- Los datos macroeconómicos publicados por China en las últimas semanas han estado por debajo de lo esperado.
- El Banco de Francia sitúa el crecimiento de Francia en el cuarto trimestre en el 0,2%.
- Las revueltas de los chalecos amarillos pesan en la economía y la patronal prevé un deterioro de la actividad en enero.
Los datos macroeconómicos publicados esta semana arrojan una imagen poco halagüeña de la economía mundial. A las pobres cifras registradas por el sector industrial y la balanza comercial alemana y las más pesimistas estimaciones de crecimiento global del Banco Mundial, se suman hoy los rumores de una rebaja de las previsiones de crecimiento de China para el presente 2019 y las estimaciones del Banco de Francia de una nueva desaceleración de la economía gala.
Según publica la agencia de noticias Reuters, el gigante asiático planea moderar sus proyecciones de crecimiento económico para 2019 desde el 6,5% actual, hasta un más comedido rango de entre un 6% y un 6,5%, cuando publique sus estimaciones de forma oficial el próximo mes de marzo, en lo que, de concretarse, sería el crecimiento más lento de la economía china desde el año 1990.
La ralentización de los intercambios comerciales en la escena internacional por el avance de las políticas proteccionistas en países tan importantes como Estados Unidos está afectando de lleno a una economía con una clara vocación exportadora como la china y provoca, a su vez, una contracción del consumo dentro de las fronteras del país.
Los últimos datos macro publicados por Pekín invitan a pensar también en una ralentización de la economía de la segunda potencia económica global. Tanto los datos de inflación (al productor y al consumidor), como la producción industrial y las ventas del comercio minoristas han estado muy por debajo de los registros de los meses precedentes y de las expectativas del consenso de los analistas.
Francia también apunta a una desaceleración económica
Pero las señales de preocupación no solo llegan desde Asia, en Europa, las grandes economías del Viejo Continente siguen mostrando señales de un agotamiento del ciclo expansivo. Las protestas de los conocidos como “chalecos amarillos” en Francia pesan sobre la economía gala, según las estimaciones publicadas hoy por el banco central del país.
En concreto, el informe de coyuntura del Banco de Francia pronostica que el crecimiento francés se ralentizará de nuevo en el cuarto trimestre de 2018, hasta mostrar una progresión del 0,2%, frente al 0,3% registrado en el tercer trimestre.
Aunque el Banco galo destaca un mejor comportamiento del sector industrial en el mes de diciembre, gracias al avance de los sectores aeronáutico, agroalimentario y automovilístico, la autoridad monetaria remarca también el deterioro de la actividad en otros segmentos, como el textil, como consecuencia de los “movimientos sociales”.
Asimismo, según la encuesta realizada entre los patronos franceses, la entidad prevé también una “ralentización de la actividad” en el sector fabril en el mes de enero.
Los datos publicados hoy por el banco central contrastan con el mayor optimismo de las previsiones del consenso del mercado, que esperaba un avance de la economía francesa del 0,5% en el último cuarto de año.
El próximo martes, 15 de enero, el Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (Insee) de Francia publicará las cifras con las primeras estimaciones oficiales sobre la evolución del Producto Interior Bruto del país en el cuatro trimestre de 2018.