EE.UU. podría poner fin hoy al cierre de la Administración. Venezuela proclama un Gobierno paralelo

• Juan Guaidó se proclama presidente del Gobierno interino de Venezuela y recibe el respaldo de países de la región como EE.UU., Argentina, Canadá, Chile y Brasil.
• Maduro controla todavía los poderes del país y cuenta con el apoyo de Moscú.
• El Senado estadounidense vota hoy dos medidas de carácter opuesto promovidas para poner fin al cierre de la Administración.
• Los demócratas piden finalizar la paralización y negociar medidas contra la inmigración, los republicanos proponen dar fondos para el muro de Trump.
• Ninguna de las iniciativas parece contar con el respaldo suficiente para ser aprobada.

La jornada podría deparar hoy noticias de calado a partir del mediodía, con todos los ojos puestos al otro lado del Atlántico, ante el levantamiento popular en Venezuela y las propuestas que serán sometidas a votación hoy en el Senado de Estados Unidos y que podrían poner fin al cierre de la Administración.

La situación el país de América Latina está al borde de la guerra civil, toda vez que las protestas populares en las calles han acabado con la proclamación de un Gobierno paralelo, llamado así mismo interino y liderado por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.

Las principales potencias económicas de la región como Estados Unidos, Canadá, Colombia, Chile, Argentina o Brasil se han apresurado a reconocer al nuevo presidente, que todavía no controla ningún poder de facto.

Mientras tanto, Nicolás Maduro se aferra a su posición y cuenta también con notables respaldos internacionales como el de Rusia, además de disponer todavía del ejército y de las fuerzas paramilitares motorizas.

El Senado de Estados Unidos vota medidas para reabrir la Administración

Po su parte, la Cámara alta del Congreso estadounidense votará hoy dos medidas que, de salir adelante, podrían abrir la puerta a un desbloqueo de la actividad que se prolonga ya durante 33 días consecutivos.

El pasado 24 de diciembre el presidente estadounidense, Donald Trump, llevaba al extremo su enfrentamiento con el Partido Demócrata, con mayoría en el parlamento, al negarse a aprobar más fondos para el funcionamiento de la Administración si no se incluía una nueva partida de 5.000 millones de dólares destinada a la construcción de un muro en la frontera con México.

Desde entonces, el cierre de la Administración afronta hoy su día 34, lo que supone que cerca de un millón de empleados en servicios públicos han dejado de percibir ya dos pagas (en Estados Unidos es costumbre recibir el salario cada dos semanas en vez de una vez al mes), lo que eleva de forma notable el malestar entre los ciudadanos y está empezando a tener un impacto notable en la economía del país.

Más allá del efecto visible que tendrá en los datos oficiales de empleo que se publicarán el próximo viernes, 1 de febrero, muchos economistas apuntan ya a que el cese de las funciones de la Administración tendrá un impacto notable también en los datos de crecimiento.

El Senado vota dos medidas enfrentadas, destinadas a no salir adelante

Esta situación podría terminar hoy si prospera alguna de las medidas (de carácter opuesto) que votará hoy el Senado estadounidense: la iniciativa republicana propone destinar los fondos que pide Trump para levantar su muro a cambio de prorrogar durante tres años dos iniciativas puestas en marcha por Obama para proteger a los inmigrantes y derogadas por el nuevo presidente, como son el programa de protección para los menores (DACA) y el estatus de protección temporal (TPS).

Por su parte, la medida demócrata propone reabrir la Administración y dotarla con fondos hasta el 8 de febrero, con el objetivo de negociar medidas que ayuden a reducir la entrada de inmigrantes de forma ilegal en el país.

De ser aprobada alguna de ellas, la normalidad volvería a la Administración y sus empleados retomarían la actividad, pero el actual distanciamiento de posturas entre ambos partidos es tal que parece poco probable que ninguna de estas dos iniciativas vaya a salir adelante.

Trump y Pelosi se enfrentan por el discurso sobre el estado de la Unión

Mientras tanto, Donald Trump y el Congreso siguen escenificando su enfrentamiento y jugando a lo que en política se conoce como “blame game” o juego de la culpa, que consiste en acusarse mutuamente de ser el causante de una situación.

El último caballo de batalla del controvertido mandatario y la portavoz de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, es la celebración del discurso sobre el estado de la Unión el próximo martes, 29 de enero.

Donald Trump insiste en pronunciar dicho discurso ante el Congreso, pero Pelosi alega que el cierre de la Administración impide garantizar la seguridad del acto, al considerar que, para dicha fecha, todavía no se habrá solucionado la situación de paralización.