La apreciación de una divisa se da cuando una de las divisas de un par aumenta de valor en relación con la otra. Los inversores de forex a menudo hablan de que una divisa «se fortalece» en relación con otra, lo que significa que costaría más comprar, o que puede comprar más de otra divisa cuando se vende.
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Los inversores de forex compran o «van largo» en un par de divisas cuando creen que la divisa base se va a apreciar en relación con la divisa cotizada. Para entender la apreciación de la divisa, debemos examinar brevemente las complejidades de un par de divisas.
Un par de divisas se compone de una divisa base y una divisa cotizada. La base siempre vale uno, y la cotizada representa la cantidad de esa divisa que necesitaría vender para comprar una de la divisa base.
Por ejemplo, si el par es el EUR/USD, el euro es la divisa base y el dólar estadounidense es la cotización. Si el precio de cotización es de 1,25, tendrías que gastar 1,25 dólares para comprar un euro.
Un inversor de forex podría abrir una posición larga en el par EUR/USD si comprar un euro empieza a costar más dólares. En el ejemplo anterior, si el precio de cotización aumentara de 1,25 a 1,50, se diría que el euro se ha apreciado en valor respecto al dólar, ya que ahora cuesta más dólares comprar el mismo número de euros que antes.
Hay varios factores que pueden hacer que una divisa se aprecie. Dos de los más importantes son:
Las tasas de inflación más bajas suelen significar que el valor de una divisa se apreciará en relación con otras divisas con tasas de inflación más altas. Esto se debe a que unas tasas de inflación más bajas provocan un aumento de los tipos de interés. Un tipo de interés más alto atraerá más inversión extranjera en un país, lo que a su vez aumenta la demanda de su divisa. Si bien esto a menudo hace que la divisa se aprecie, no siempre se hila tan fino.
Las divisas también pueden apreciarse dependiendo de hasta qué punto vean los inversores «seguros» al banco central y al gobierno del país.
Por ejemplo, Suiza ha sido considerada durante mucho tiempo un refugio seguro para los inversores, lo que significa que su divisa se aprecia en tiempos de crisis económica. Esto se debe a su neutralidad histórica en las guerras, y a su tendencia a la estabilidad política y a una política monetaria relativamente libre, así como a su apertura a la inversión extranjera. Estas políticas han hecho del franco suizo una de las divisas más cotizadas del mundo.
El sentimiento del inversor influye en gran medida en la oferta y la demanda de una divisa en el mercado abierto, que son quizás los mayores impulsores de la apreciación o depreciación de una moneda. Las divisas más susceptibles de verse afectadas por la oferta y la demanda son las que operan en un tipo de cambio flexible
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