Gestión de fondos
Planear la salida
Dado que nadie puede predecir el futuro, por desgracia tanto los inversores con poca experiencia como aquellos que tienen una más amplia tendrán que enfrentarse a operaciones con pérdidas.
Las emociones están a flor de piel en esos momentos. No es agradable ver cómo el dinero que has ganado con tanto esfuerzo se va agotando en tu cuenta, y esto puede poner en peligro tu capacidad para tomar decisiones adecuadas.
Por eso, es fundamental que decidas desde el principio en qué momento pararás si tu operativa no va bien.
Regla número 1: ten siempre una estrategia de salida
Necesitas tener un plan de salida, es decir, una estrategia para gestionar el riesgo de la posición para que, si no va bien, no te quedes sin una buena parte de tu capital operativo. Sin embargo, simplemente decidir hasta dónde quieres llegar puede que no sea suficiente.
Considera esta situación: estás a punto de irte a dormir y tu posición va bien, pero en el momento en el que despiertas por la mañana el mercado se ha vuelto en tu contra.
O, por ejemplo, estás monitorizando una posición mientras viajas en tren. Pasas por una zona y te quedas sin cobertura o sin internet y, cuando vuelves a tener señal, el mercado ha superado tu nivel de salida.
De este modo, cuando hayas decidido dónde vas a cerrar una operación, necesitarás un mecanismo automatizado que te proteja en caso de que no tengas el control. Y esa es la segunda regla:
Regla número 2: establece un stop
Establecer un stop refuerza tu estrategia de salida. Este cerrará tu posición si el mercado llega al nivel que has especificado, aunque no estés conectado a la plataforma en ese momento.
También hace que no tengas que tomar una decisión difícil bajo presión.
Es común menospreciar los aspectos emocionales en el trading. Pero, especialmente si eres nuevo en el mercado y aún estás aprendiendo, la montaña rusa de emociones que puedes experimentar si una operación no te va bien puede tener un impacto importante.
Ejemplo
Imagina que vas largo y el mercado empieza a subir de manera inmediata, lo que te hace obtener beneficios. Pero, de repente, da un cambio radical y, para tu inconveniencia, ves como tu operación ganadora te empieza a generar pérdidas. Como la posición cae por debajo de tu precio inicial, mantienes la esperanza de que se recupere. Pero esa esperanza se convierte en una ilusión, ya que el precio sigue empeorando.
Al final, te quedas con una sensación de desesperación. Queda claro que los precios no se van a recuperar pronto y no tienes más remedio que aceptar las pérdidas.
En esta situación, el impacto financiero escuece. Pero es el desgaste emocional el que puede hacer que tu próxima operación sea difícil, ya que te estás intentando recuperar. Solo una idea que no ha funcionado puede definir cómo te moverás en un mercado en el futuro. Por ejemplo, puedes sentirte tentado a apresurarte a abrir una posición sin considerarlo de manera adecuada en respuesta a recuperar tus pérdidas lo antes posible.
Una manera sencilla de evitar este problema es decidir dónde establecer tu stop antes de abrir una posición y añadirlo cuando vayas a ejecutar la operación. Así, tu posición siempre estará protegida.
Si añades una orden de stop en el nivel que habías decidido antes de empezar a operar, esto implicará que no tendrás que tomar una decisión si se alcanza dicho precio. Como lo ha planeado de antemano, tu posición se cerrará sola.
Resumen de la lección
Todos los inversores necesitan estar preparados para incurrir en pérdidas.
Siempre debes planear en qué momento vas a abandonar una operación si no va bien.
Establece un stop para que tu posición se cierre de manera automática.
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