Netflix vs. Disney vs. AT&T: la batalla por el streaming de vídeo
Disney, AT&T y Apple, entre otros, se preparan para lanzar nuevos servicios de streaming de vídeo. Analizamos si Netflix puede mantener su impulso como líder en el mercado y lo que esto significa para la industria.
Cuando las televisiones empezaron a convertirse en un elemento básico de la vida cotidiana en la década de los años 50, el mercado cinematográfico sufrió un profundo impacto: las personas que asistían al cine en Reino Unido pasaron de ser 1.400 millones a principios de esa década a tan solo 500 millones en 1960. El año pasado, los cines de Reino Unido atrajeron a 170 millones de espectadores.
Hoy en día, la televisión de pago y los servicios de cable están atravesando un momento difícil. La cantidad ilimitada de contenido de vídeo gratuito disponible en redes sociales y páginas como YouTube, y las plataformas de suscripción de pago como Netflix y Amazon Prime Video nos permiten ver lo que queramos, cuando queramos y del modo que queramos. La cantidad de tiempo que se pasa viendo la televisión a ambos lados del Atlántico ha ido disminuyendo constantemente desde el año 2010.
Disney, AT&T y Apple se presentan como la nueva competencia de Netflix
Netflix, tras haber evolucionado desde alquilar DVD hasta convertirse en el líder mundial en servicios de streaming de vídeo, ha ganado aceptación entre los inversores como una empresa con tecnología pionera y especializada en un mercado joven y de rápido crecimiento. Sin embargo, la ventaja que le otorga haber sido de los primeros en el sector está a punto de someterse a una seria prueba cuando en 2019 irrumpa en el mercado una competencia con gran poder financiero. Por si la competencia con Amazon no fuera suficiente, Netflix tendrá que enfrentarse también con Disney y AT&T, el mayor distribuidor de televisión de pago de EE. UU., que ha comprado Time Warner por 85.000 millones de dólares para formar la base de un nuevo servicio de streaming. Apple planea novedades, y se rumorea que incluso el minorista Walmart nos sorprenderá con una nueva oferta.
Todos estos nuevos competidores, que se han diversificado de una forma u otra en el mercado del streaming de vídeo, tienen sus propios nichos de mercado. AT&T está intentando aprovechar su inigualable red de clientes de teléfono y banda ancha, Disney está apostando por sus franquicias de renombre mundial, Amazon tiene toda la infraestructura digital que necesita, y Apple ya cuenta con un exitoso negocio de música en streaming, además de un enorme capital. Aunque Netflix lidera cómodamente el mercado, la fuerza de estos nuevos participantes significa que la verdadera batalla por el streaming de vídeo no ha hecho más que empezar.
Esto ha abierto el debate sobre las perspectivas y el modelo de negocio de Netflix. El objetivo del juego hasta este momento ha sido crear contenido para atraer a nuevos suscriptores, pero Netflix se ha dado cuenta de que ahora es más provechoso crear contenido de calidad para retener a sus actuales clientes que producir una ingente cantidad de material para atraer a nuevos usuarios.
Este cambio en la estrategia de la empresa es un signo claro de las transformaciones rápidas y radicales que se están produciendo en la industria del entretenimiento y los medios de comunicación.
¿Qué tamaño tiene el mercado del streaming de vídeo?
Statista prevé que los clientes mundiales de servicios de streaming de vídeo aumenten en más de un 45%: de 283 millones en 2018 a 411 millones a finales de 2022. Esto convierte al streaming en el componente de más rápido crecimiento dentro del mercado del vídeo, impulsado principalmente por las generaciones más jóvenes (de los 18 a los 24 años), entre las que han ganado popularidad los servicios basados en suscripciones.
Las características que definen esta nueva era son el enfoque a la carta del servicio, que permite a los espectadores elegir el momento que más les convenga para disfrutar el contenido, y los servicios de libre transmisión (OTT) que permiten a los usuarios transmitir o descargar contenido de forma inalámbrica, sorteando así las plataformas tradicionales de telecomunicaciones y televisión. Aunque el contenido gratuito disponible no escasea, es evidente que los consumidores están dispuestos a pagar por un servicio de suscripción que reduzca los anuncios y ofrezca un servicio más personalizado.
El mercado del streaming de vídeo en EE. UU.: los consumidores utilizan múltiples plataformas
Estados Unidos es el mercado de streaming de vídeo más maduro del mundo y alberga a los principales actores mundiales fuera de China. Estados Unidos está consumiendo contenidos de vídeo a través de diferentes puntos de venta: los nuevos servicios digitales lanzados por las emisoras tradicionales, las plataformas de descarga y alquiler e, incluso, a través de las consolas de videojuegos. Sin embargo, los servicios de suscripción están demostrando ser los más populares, con Netflix y Amazon manteniendo una clara ventaja sobre el resto del mercado:
Existe una demanda de contenidos de mayor calidad en los servicios por suscripción. El 27% de los estadounidenses que ven vídeos en línea disfruta de contenido gratuito, en comparación con el 31% que paga una suscripción. Estos servicios también han superado a las descargas, que solo utilizan el 16% de los ciudadanos. Según Statista, alrededor del 11% paga una suscripción y sigue descargando vídeos.
Netflix vs. Amazon Prime: los líderes del mercado de streaming de vídeo
Hacer comparaciones directas entre los dos líderes del mercado no es sencillo, ya que Amazon integra su servicio de streaming de vídeo en su oferta más amplia de Prime, que también ofrece a los suscriptores compras con entrega gratuita y acceso a otros servicios.
Mientras que Amazon tiene numerosas cuestiones que considerar cuando se lanza a nuevos mercados, Netflix se ha centrado exclusivamente en el streaming de vídeo, lo que le ha otorgado ventaja sobre el gigante del comercio electrónico, tanto en su país como en el extranjero.
Las cifras de suscriptores a nivel mundial de Statista indican que los 137 millones de clientes de Netflix le atribuyen una cuota de mercado global de más del 48%. Amazon, con 100 millones de suscriptores en su más amplio paquete Prime, contaría con alrededor del 35%. Netflix tiene más de 58 millones de clientes en el mercado estadounidense, más del doble de los 26 millones registrados en Amazon.
Como se observa en el gráfico anterior, el 77% de los consumidores de servicios de vídeo a la carta en EE. UU. tienen una cuenta de Netflix, en comparación con el 56% que tienen una cuenta de Amazon. Esto se debe a que los consumidores disfrutan de los servicios de múltiples proveedores, en lugar de uno solo. De hecho, uno de cada tres usuarios de vídeo a la carta disfruta de contenidos de más de cinco proveedores diferentes (incluidos todos los proveedores enumerados). El hecho de que algunos se hayan suscrito a Amazon Prime por otras razones que no sean el servicio de streaming de vídeo explica esto de alguna manera, pero está claro que hay clientes que usan ambos. Extrapolando los datos, la cuota de mercado de Netflix en EE. UU., comparada con la de Amazon, sugiere que el 43% de los usuarios estadounidenses están suscritos a ambos proveedores, lo que refleja una competencia feroz. También muestra que, mientras que al menos el 34% solo tiene una cuenta de Netflix, tan solo el 13% únicamente se suscribe a Amazon, por lo que se desprende que la oferta de Netflix es mucho más atractiva.
¿Puede Netflix mantener el impulso?
Netflix continúa gastando dinero en efectivo y financiando su fuerte inversión en contenido utilizando deuda, mientras que solo hay una cifra que parece importar a los inversores: el número de suscriptores. Al igual que el servicio de música en streaming Spotify y redes sociales como Twitter y Snap, que todavía tienen un largo camino por recorrer para monetizar sus negocios, Netflix se encuentra bajo la presión constante de seguir aumentando su base de usuarios y mantener altas tasas de crecimiento.
Tras incumplir las expectativas en el segundo trimestre de 2018, las acciones de Netflix cayeron un 5%, y cuando superó las previsiones en el tercer trimestre, el precio de sus acciones subió un 8%. Esta es la métrica clave por la que se juzga a Netflix.
La expansión internacional de la empresa ha sido asombrosa. Netflix está disponible en 190 países (prácticamente en todos los mercados posibles, con algunas excepciones) y los suscriptores internacionales superaron el mercado nacional en 2017. El crecimiento en EE. UU. se ha visto ralentizado, pero Netflix lo ha compensado en el extranjero.
El número de suscripciones ha aumentado, a pesar de que Netflix ha subido los precios en los últimos dos años. Esto ha ayudado no solo a acelerar el crecimiento de los ingresos, sino también a mejorar la rentabilidad. Tanto es así que su rama internacional, que todavía registraba pérdidas en la primera mitad de 2017, está obteniendo trimestralmente beneficios de contribución (esencialmente beneficios brutos) de más de 300 millones de dólares.
Una métrica que Netflix no proporciona, y por lo que ha sido criticado, es la tasa de rotación: el porcentaje de clientes que pierde cada mes. Netflix cree que no ayuda a determinar el rendimiento del negocio subyacente y, así, deja los cálculos en manos de las estimaciones, que no son muy halagüeñas. MiDiA Research estimó que la tasa de rotación de Netflix en 2017 fue del 9,6% cada trimestre, lo que se traduce en que el 28% de los clientes cancelaron su suscripción ese año.
Netflix anunció recientemente que cambiará su métrica de suscriptores clave para centrarse en los clientes de pago, eliminando a los que utilizan el servicio de prueba gratuita. Este será su crecimiento neto en suscriptores de pago y, a partir de 2019, solo proporcionará orientación a los miembros de pago, ya que es un mejor indicador de hacia dónde se dirigen los ingresos.
El crecimiento puede provenir del extranjero, pero su mercado nacional en los EE. UU. sigue siendo el motor de los beneficios que, gracias a las subidas de precios, han crecido a un ritmo más rápido que el número de abonados. La rama internacional podría ser su salvadora, en caso de que su negocio en EE. UU. reciba el primer golpe de la nueva competencia que entrará este año.
En general, Netflix sigue creciendo tanto en ingresos como en beneficios. Sin embargo, está claro que la tasa de crecimiento de los ingresos de 2018 no ha podido igualar los resultados de 2017.
Netflix advirtió que los márgenes se verían presionados en el último trimestre de 2018 y que esto solo sería un indicio de lo que estaría por venir a medida que la nueva competencia vaya entrando en juego durante 2019. Con esto en mente, muchos están empezando a cuestionar la decisión de Netflix de invertir cantidades cada vez mayores en contenido original a través de deuda: recaudó 3.000 millones de dólares en 2017, y otros 2.000 millones de dólares a través de un bono a principios de 2018.
AT&T compra Time Warner para crear un nuevo servicio de streaming
La situación en AT&T representa el cambio primordial que está ocurriendo entre las industrias de comunicaciones: la convergencia. Este término hace referencia a la venta de múltiples productos y servicios en paquetes, no solo para reducir el coste de adquisición de cada cliente (algo que será crucial para las empresas de streaming de vídeo en el futuro), sino para reducir el riesgo de perder clientes.
AT&T es el mayor distribuidor de televisión de pago en Estados Unidos y el líder en el mercado de redes móviles y de banda ancha. Si bien sus resultados mostraban un crecimiento sorprendente en la rama de las comunicaciones, la empresa sufrió el abandono de casi 300.000 clientes de televisión en el tercer trimestre de 2018.
En 2018, AT&T, plenamente consciente de la transición que está teniendo lugar hacia plataformas como Netflix, dio a conocer su plan de lanzar un nuevo servicio de streaming de vídeo, tras la adquisición de Time Warner por un valor de 85.000 millones de dólares a principios de ese año (108.000 millones de dólares, incluida la deuda). La adquisición se realizó con la vista puesta en un nuevo servicio de streaming que podrá presumir del rico contenido procedente de estudios como Warner Bros Studios.
El objetivo es, en definitiva, aprovechar la biblioteca y los estudios de Time Warner para crear un nuevo servicio de streaming y ofrecérselo a la la amplia red de clientes de AT&T, que cuenta con más de 300 millones de clientes móviles en EE. UU. El tándem ya tiene una buena base gracias a los servicios de streaming HBO Now, HBO Go, DirectTV Now y Cinemax. Las dos plataformas de HBO tienen más de 5 millones de suscriptores en Estados Unidos y DirectTV Now tiene más de 1,5 millones. Por si esto fuera poco, el servicio premium de cable y satélite de HBO lo utilizan más de 140 millones de personas en todo el mundo. El nuevo servicio que se espera para finales de 2019 puede, por lo tanto, dirigirse a todos estos clientes potenciales.
Uno de los activos más preciados de Time Warner es HBO, famoso por su fenómeno global Juego de tronos, que AT&T planea utilizar como la piedra angular del servicio de streaming. HBO crecerá, teniendo en cuenta el volumen de clientes que AT&T puede agrupar en sus paquetes existentes.
La combinación de AT&T y Time Warner es oportuna. Aunque difumina la línea entre el contenido y la distribución, la esperanza es que AT&T pueda crear nuevas oportunidades publicitarias utilizando los datos de visualización de clientes. Así, podrá dirigirse a clientes específicos y, a la vez, reducir la necesidad de inversión de capital en Time Warner para ayudar a financiar el resto del negocio. Para AT&T, el objetivo es crear un modelo de negocio de dos caras basado en la publicidad y las suscripciones que pueda contribuir a generar las sumas necesarias para crear nuevos contenidos que mantengan en marcha el engranaje.
La posición de AT&T en la banda ancha y en la telefonía móvil alcanzará un valor inmenso en los próximos años, especialmente a medida que las redes pasen del actual 4G al 5G. El líder de TI, Cisco, estima que el 80% de todos los datos utilizados en internet en 2020 se consumirán viendo vídeos, y el volumen de datos que devoran los móviles está creciendo de forma general. Por otro lado, la televisión, aunque esté en declive, está lejos de volverse prescindible: las cifras de eMarketer muestran que más del 75% de los estadounidenses todavía tienen una suscripción a una televisión de pago, y se espera que este porcentaje se mantenga por encima del 70% hasta 2020.
El servicio de streaming de Disney+, respaldado por una base de seguidores incondicionales
Disney, el hogar de Mickey Mouse y sus amigos, Pixar Studios, Marvel y La guerra de las galaxias, también se prepara para lanzar su propio servicio de streaming, Disney+, a finales de 2019.
La compañía fue la ganadora de una larga batalla con Comcast por los activos de entretenimiento de Fox, que incluyen marcas como National Geographic y Fox Film Studio. Los activos de Fox son vitales, pues garantizan que Disney tenga un atractivo lo suficientemente amplio. A pesar de esto, muchas voces asumen que las franquicias de Disney pueden atraer a fanes muy leales, aunque las cifras no sean tan grandes.
Disney+ englobará las culturas individuales que sus cinco marcas principales (La guerra de las galaxias, Marvel, Pixar, National Geographic y Disney) han creado entre sus fanes. El director ejecutivo Bob Iger se ha comprometido a “complacer plenamente a los fanes más apasionados de estas marcas, creando experiencias y entornos que se adapten mejor a ellas”. El nuevo servicio se distribuirá en un paquete junto con otras dos plataformas, Hulu y ESPN, enfocada a los deportes.
La rama de televisión de Disney, sede de ESPN y de otros canales como ABC, es la más grande del negocio y, al igual que a otras, le ha costado salir adelante. Desde enero a septiembre de 2018, los ingresos totales de Disney crecieron un 8%, impulsados únicamente por el cine y, en última instancia, respaldados por la televisión. En la primera actualización desde que se completó formalmente la adquisición de Fox, los ingresos netos trimestrales registraron un aumento de un 23% en términos interanuales, aunque todavía no se cumplen las expectativas de los analistas.
Al igual que AT&T, Disney no deja de lado la televisión tradicional: Iger ha revelado que los activos de entretenimiento de Fox continuarán creando contenido tanto para la televisión tradicional como para el nuevo servicio de streaming.
Disney es consciente de que su oferta es un nicho en comparación con la oferta actual (algunos ya le han puesto el apodo de “Disneyflix” en el mercado) y ha afirmado que, si bien se están invirtiendo sumas considerables en la aceleración del servicio y en nuevos contenidos, tiene previsto “aprender a caminar antes de empezar a correr”.
Disney toma el control total de Hulu, pero su futuro sigue siendo incierto
Hulu se estableció originalmente en forma de empresa conjunta entre tres socios iguales (Disney, Fox y Comcast), y Time Warner, con una participación del 10%. En la actualidad, Hulu se encuentra bajo el control de Disney, tras la adquisición de los activos de entretenimiento de Fox, mientras que AT&T ha heredado la participación de Time Warner.
La creación de Hulu puede ser vista como un esfuerzo conjunto de los principales actores, que habían observado los primeros signos de la transición al streaming y el éxito de Netflix. En lugar de crear contenido original, fue una forma de poner en común las bibliotecas existentes de todos los socios. Aunque ha tenido cierto éxito con contenidos de la talla de El cuento de la criada, gran parte del contenido de Hulu siguen aportándolo los accionistas. Y ahora, con todos ellos poniendo orden en sus propias casas, Hulu ha caído bajo un solo dueño por primera vez. Algunos argumentan que tanto la inversión como la decisión han carecido de una gestión conjunta, pero el hecho de estar controlada por Disney no significa que el futuro de la marca sea seguro.
En primer lugar, la programación aportada por sociedades de Comcast, como NBC, podría retirarse ahora que Hulu es una subsidiaria de Disney, en lugar de una sociedad igualitaria. En segundo lugar, Disney podría acabar adquiriendo los más de 12 millones de suscriptores de Hulu y doblarlos en su nueva oferta hasta dejar sencillamente que la marca Hulu se desvanezca en segundo plano. El negocio, por valioso que sea, cada vez se hunde más.
¿Apple va a lanzar un servicio de streaming de vídeo?
Técnicamente, la posibilidad de un servicio de streaming de vídeo de Apple solo ha sido insinuada por la empresa y alimentada por los rumores. Dicho esto, es bastante seguro que se haga realidad, debido a la cantidad de informes sobre el contenido que se está filmando actualmente y a la aparición de Apple en el reciente festival de cine de Toronto.
En agosto de 2018, durante una llamada, el CEO Tim Cook respondió a una pregunta sobre una asociación con Oprah Winfrey y otras celebridades y actores, e indicó que estaban trabajando en crear un “gran contenido original”.
Como de costumbre, Apple es muy reservada respecto a lo que tiene en la trastienda para los clientes. Sin embargo, no esconde el hecho de que pronto va a ofrecer contenido de vídeo. En la misma llamada, Cook afirmó que la firma había contratado a dos ejecutivos de televisión muy reconocidos el año anterior y que habían trabajado durante varios meses en un proyecto, pero que todavía era pronto para compartir los detalles.
Existen algunos informes que sugieren que el servicio podría lanzarse bajo la marca Apple Music, el servicio de música en streaming que tuvo que configurar después de que su plataforma de descarga iTunes empezara a ser prescindible conforme surgían empresas como Spotify. Otros sugieren que el servicio podría lanzarse bajo una renovación de Apple TV, un descodificador que ha estado disponible durante años, pero que ha ganado poco terreno. Las fechas de lanzamiento varían, pero podría ocurrir en la primera mitad de 2019.
Apple también dispone de sus propios cimientos sobre los que construir. Ya cuenta con más de 50 millones de suscriptores en Apple Music en todo el mundo, con un crecimiento exponencial: pasó de 20 millones a finales de 2016 a 30 millones en septiembre de 2017, y alcanzó los 40 millones en abril de 2018.
¿Apple va a comprar Netflix o Disney?
Teniendo en cuenta la cantidad de fusiones y adquisiciones actuales, no es sorprendente que Apple esté en el centro de las discusiones sobre el próximo gran acuerdo: le sobra el dinero y puede permitirse comprar a quien quiera e invertir más que sus rivales. Durante mucho tiempo se ha rumoreado que estaba interesado en comprar Disney como una forma rápida de adquirir contenido de calidad, y que consideraba más realista adquirir Netflix para poder combinar formidables servicios de streaming de vídeo y música. Los ejecutivos de Apple han negado ambos rumores y, con la programación ya elaborada y los informes de las conversaciones a recaudo de los distribuidores, parece que la empresa lo está desarrollando todo internamente. Cuanto más tiempo pase, menos probable será que Apple compre a uno de los principales actores del mercado.
El contenido original prevalece mientras la concesión de licencias cae
Cuando estos nuevos participantes comiencen a filmar y se preparen para lo que será el comienzo de una fascinante rivalidad durante 2019, tendrá lugar un largo debate sobre contenido y calidad frente a cantidad. Firmas como HBO han mirado por encima del hombro a Netflix durante mucho tiempo, incluso cuando lo superó en suscriptores, y el CEO de AT&T, Randall Stephenson, ha mantenido ese punto de vista tras declarar que HBO es el “Tiffany” y Netflix es el “Walmart” del streaming.
Este punto de vista, aunque puede estar motivado por envidia, está justificado. Netflix creó más de 300 títulos originales el año pasado, en comparación con solo 56 títulos de Amazon, y está invirtiendo mucho más dinero en sus propias producciones que sus rivales. En Time Warner, el presupuesto de programación de HBO se había estancado en alrededor de 2.700 millones de dólares, equivalente al incremento anual del presupuesto de Netflix, que alcanzó los 8.000 millones de dólares en 2018. Aunque se haya financiado con la deuda, se ha liquidado: Netflix superó a HBO en 100 millones de dólares por la serie de televisión House of Cards, que se convirtió en uno de sus mayores éxitos hasta la fecha.
La inversión en la programación de HBO crecerá con AT&T, pero la empresa no pretende competir con las sumas que despliega Netflix. Tanto HBO como Disney+ pretenden producir un volumen de contenido inferior al de Netflix, pero utilizando sus potentes franquicias, buscan una mejor calidad. “Premium” es la palabra elegida para los nuevos servicios que llegan en línea, ya que saben que no pueden permitirse competir con los cientos de títulos lanzados por Netflix. AT&T ha declarado abiertamente que el contenido premium siempre gana. Ha sido así en la pantalla grande, en la pantalla del televisor y ahora lo es en la pantalla del móvil.
Los costes totales de Disney en el último año fiscal aumentaron en 3.300 millones de dólares y solo en 1.000 millones de dólares en el último trimestre, que se invirtieron en la ampliación de su nuevo servicio. También se informa de que Apple ha presupuestado 1.000 millones de dólares para contenido en 2018, y Variety informa de que podría estar gastando hasta 4.200 millones de dólares en programación original para el año 2022.
A medida que la línea entre productores y distribuidores de contenido se desdibuja, los que tienen la suerte de contar con una rica biblioteca, intentan utilizarla a favor de sus propios servicios, en lugar de conceder licencias a otros, que ha sido la forma tradicional de hacer negocios. Por ejemplo, Time Warner alquiló gran parte de su contenido a Netflix y a otros, pero se está incorporando internamente a AT&T. Disney podría conceder licencias, pero ha decidido agarrar el toro por los cuernos y ya ha retirado la mayor parte de su contenido de Netflix. Desde esta perspectiva, Netflix podría argumentar que, si bien la calidad está cobrando cada vez más importancia, todavía existe, entre un material autorizado cada vez más escaso, la necesidad de producir cientos de títulos originales cada año.
Las plataformas de streaming de vídeo se expanden fuera de EE. UU.
Netflix cuenta actualmente con un acceso al mercado incomparable, y busca capitalizar la misma ventaja de llevar la iniciativa de la que se ha servido en Estados Unidos. La compañía ha declarado que el 77% del crecimiento futuro de los suscriptores hasta el año 2025 vendrá de fuera de los EE. UU., en especial, de Europa, India y América Latina. Netflix ha invertido tiempo y dinero en la producción de contenidos para distintos países y en diferentes idiomas para ampliar su atractivo, y luego los ha traducido para intentar atraer a su audiencia principal de habla inglesa.
La expansión de Disney en el extranjero, particularmente en Europa, será más lenta de lo que se esperaba inicialmente. Como parte del acuerdo con Fox, también adquirió una participación significativa en Sky, pero posteriormente la vendió a Comcast, que ahora se está planeando expandir Sky’s Now TV por toda Europa. Sky ya tiene más de 26 millones de clientes repartidos por Reino Unido, Irlanda, Alemania, Italia y Austria. Dado que Comcast tiene una gran base para captar al 60% de los hogares europeos que no tienen una suscripción a una televisión de pago y utilizan Now TV, Disney ha admitido que esta pérdida supondrá más tiempo para penetrar en Europa, aunque no se descarta del todo. En Europa, la oferta de televisión premium de servicios de libre transmisión (OTT) resulta más atractiva cuando el cableado o los satélites no son adecuados y no ha sido posible garantizar los servicios de televisión de pago.
Netflix: ¿perderá el control debido al aumento de la deuda, los costes y la competencia?
El número de suscriptores sigue siendo la medida principal en Netflix, pero el enfoque de la compañía y sus nuevos competidores se centrará cada vez más en cuánto tienen que gastar en la adquisición de nuevos clientes. Con la desaceleración del crecimiento interno, los márgenes bajo presión, la entrada de nueva competencia y el continuo endeudamiento para poder producir nuevos contenidos, Netflix se encuentra en una situación difícil: su salida de efectivo fue de 3.000 millones de dólares en 2018, lo que supone un recorte respecto a las previsiones anteriores de 4.000 millones de dólares.
No se sabe cuál será la siguiente etapa en el streaming de vídeo. Compañías como Netflix pueden tener la ambición de reemplazar a la televisión tradicional, pero en un futuro previsible, esta y el streaming irán de la mano. La programación original de calidad se convertirá en la clave, y a medida que los productores de contenido y los distribuidores se fusionan, las concesiones de contenido a terceros se desvanecerán.
Todavía existe un amplio margen para la expansión y la innovación: la inteligencia artificial, la tecnología de cadenas de bloques, la realidad virtual y la realidad aumentada están introduciendo nuevos cambios en el mercado, y la actividad de fusiones y adquisiciones se intensificará para combinar mejor contenido y tecnología. Merece la pena mantenerse al tanto.
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