Estructura de la balanza de pagos
La balanza de pagos se estructura en cuatro cuentas principales: la cuenta corriente y la de capital, cuya suma representa el saldo de la balanza de pagos; la cuenta financiera y el agregado de errores y omisiones.
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Cuenta corriente
La cuenta corriente de la balanza de pagos engloba transacciones económicas como las operaciones por compraventa de mercancías, las transferencias monetarias entre individuos, el cobro y el pago de dividendos, y las donaciones. Se categoriza, según el tipo de operaciones, en las cuentas de mercancías, servicios, rentas y transferencias:
- La cuenta de mercancías, llamada también balanza comercial, registra los ingresos procedentes de las exportaciones y los egresos derivados de la importación de mercancías, o bienes transportables (bienes muebles).
- La cuenta o balanza de servicios contabiliza las entradas económicas por concepto de exportación de servicios, es decir, el pago por servicios prestados a residentes en el exterior; y la importación que registra los desembolsos por la utilización de servicios del exterior.
- En la cuenta de rentas se cuantifican las transferencias por conceptos como los intereses, las rentas y los dividendos por inversiones de capital (rentas primarias). Por ejemplo, el cobro de dividendos de un residente por inversiones en una compañía extranjera, y el pago de dividendos de una empresa nacional hacia un inversor no residente.
- En la cuenta de transferencias corrientes (o rentas secundarias) se recogen las transferencias de capital sin contrapartida. Esta cuenta recoge los movimientos en torno a la obtención y concesiones que no suponen la compensación o contraprestación por parte del país (o el agente del país) receptor, hacia el que realiza la inversión (préstamo o depósito). Ejemplos de simples transferencias de ingresos, incluyen donaciones voluntarias y ayudas económicas o militares. Y las obligadas, como compensaciones por daños y perjuicios derivados de una postguerra, o por tratados de paz.
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Cuenta de capital
La balanza de capital registra pagos o transferencias por concepto de importación o exportación (cambios) de títulos de propiedad. En esta cuenta se incluyen, por ejemplo, el capital extranjero que entra al país para la adquisición de un activo que pertenece a emigrante. Aquí se registran también los cambios de titularidad por transacciones de activos ‘no producidos’, tales como los recursos naturales o los derechos de autor.
La cuenta de capital registra los movimientos de capital a cambio de derechos. Se incluyen transferencias como los préstamos a inversiones, pagos y devoluciones, realizados con carácter temporal, es decir, que estarán sujetos a una transacción inversa a futuro o en su caso equivalen a la contrapartida de un movimiento ocurrido con anterioridad.
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Cuenta financiera
La cuenta financiera engloba las inversiones por parte de residentes en el exterior, y las realizadas con capital exterior dentro el país. En este balance se incluyen las inversiones que, a diferencia de las contabilizadas en la cuenta anterior, sí requieren una permanencia.
Entre los conceptos capturados en la cuenta financiera está la inversión en inmuebles dentro del país por no residentes y viceversa, pero también las inversiones en acciones que otorgan un peso significativo y permanente, así como los préstamos en ambas direcciones por operaciones comerciales o financieras.
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Errores y omisiones
La diferencia entre los totales de ingresos y de pagos se contabiliza en la cuenta de errores y omisiones. Esta cuenta es un agregado de carácter residual para igualar ambas columnas de ingresos y egresos en la balanza. La cuenta de errores permite mantener el equilibrio, en correspondencia con la definición contable, corrigiendo el superávit o el déficit de la balanza de pagos.
La cuenta de errores y omisiones se fundamenta en que el registro exacto de todas y cada una de las operaciones de un país con el exterior es materialmente imposible, ya sea por la diversidad de las fuentes de información, las omisiones, los diferentes criterios en el registro de transferencias, y otros conceptos que impiden una trazabilidad perfecta de las operaciones financieras.