Análisis individual de una empresa

Tras haber estudiado un contexto más amplio en el que opera una empresa, tu siguiente paso es examinar el negocio en sí. Cuando se realiza un análisis fundamental en una empresa individual, es aconsejable tener en cuenta un número de factores cualitativos. Analicemos cada tipo con detalle:

El modelo de negocio

En primer lugar, es importante preguntarte:

¿Cómo genera dinero la empresa?

Esta pregunta tan directa puede resultar muy difícil de responder en algunos casos. A pesar de que muchas compañías sí tienen una premisa muy simple como sustento, como puede ser vender alimentos o ropa, otras pueden presentar modelos empresariales más complejos o inusuales para los que se requiere un tiempo de comprensión.

Por ejemplo, hay muchas empresas de tecnología que suministran hardware o software para satisfacer una necesidad muy específica. Sus mercados pueden ser un territorio desconocido para ti, a no ser que estés realmente involucrado en vender o emplear este tipo de productos.

¿Puedes explicar el modelo empresarial de la compañía?

Hay muchos inversores que siguen una regla de oro: si no entienden por completo el producto que fabrica una empresa, el método empleado para venderlo o el mercado que lo compra, simplemente no invierten en sus acciones.

Ponte a prueba explicando el modelo empresarial de la compañía a un amigo en los términos más sencillos posibles. Si tienes dificultades, es probable que todavía no hayas comprendido su alcance total.

Ventaja competitiva

Normalmente, una empresa tendrá competidores. Y aunque ofrezca algo completamente nuevo y único, es muy probable que los imitadores entren al mercado en poco tiempo.

¿Qué le da ventaja a esa empresa sobre sus rivales?

Podrías considerar:

• ¿Esta empresa ofrece algo que sus competidores no ofrecen/no pueden ofrecer?
• ¿U ofrece lo mismo pero de una forma más eficiente o efectiva?

Una vez que una empresa ha establecido su ventaja competitiva, es posible que convirtiéndose en una marca muy conocida u ofreciendo un producto que predomine en el mercado, su posición pueda parecer incuestionable. En estas condiciones, a menudo la empresa puede prosperar y mantener la rentabilidad durante un periodo prolongado y, como inversor, puedes cosechar los beneficios. Pero no te vuelvas complaciente: todo lo bueno suele llegar a su fin con el tiempo.

¿Puede la empresa mantener esa ventaja?

Una empresa con éxito, en general, tendrá que evolucionar para mantenerse a la cabeza de la competición. Si parece estar dormida en los laureles o exenta de nuevas ideas, tómatelo como una señal de advertencia de que podría tener problemas de forma inminente.

Tomemos el ejemplo de HMV. En este caso, un minorista líder ubicado en una calle principal que tuvo dificultades para adaptarse a medida que cambiaba el mercado. Los consumidores descargaban o transmitían música por internet cada vez más a menudo en vez de realizar compras físicas, por lo cual, el negocio central de HMV se vio muy deteriorado. A falta de un plan de contingencia aparente, la compañía estaba destinada a una decadencia irreversible.