Cómo elegir el producto adecuado
Cómo calcular tu perfil de riesgo
Tu perfil de riesgo mide cuánto riesgo puedes asumir y lo dispuesto que estás a aceptar esos riesgos.
Un error habitual es creer que el perfil de riesgo viene determinado únicamente por la edad. Algunas escuelas de pensamiento dan por hecho que cuanto más joven eres, más cómodo te sientes asumiendo mayores riesgos. Quizá porque tienes más tiempo para recuperar cualquier pérdida financiera importante.
Otros afirman que cuanto mayor seas, más experiencia y, por tanto, más confianza tendrás a la hora de asumir riesgos.
Aunque sin duda la edad puede ser un factor que contribuya, hay otras cosas que afectan a tu perfil de riesgo. Por ejemplo, dónde decides invertir tu capital y cuánto estás dispuesto a arriesgar.
La forma en que gestionas el dinero destinado a la jubilación puede ser diferente de la forma en que tratas el dinero reservado para la actividad de trading. En esta lección, analizaremos tres perfiles de riesgo y por qué es importante saber cuál es el tuyo.
La importancia de los perfiles de riesgo
Conocer tu perfil de riesgo podría ayudarte a determinar cómo accedes a los mercados: desde los productos con los que operas hasta las acciones en las que inviertes y todo lo demás.
Ten en cuenta tu objetivo financiero. ¿Quieres ahorrar para renovar la casa familiar? ¿Deseas ganar algo de dinero extra antes de unas buenas vacaciones?
Teniendo esto en cuenta, veamos tres formas de ganar dinero con el mercado y a qué perfil de riesgo pueden adaptarse mejor.
Interés
Los intereses suelen asociarse a las cuentas de ahorro, pero también pueden obtenerse de fondos de inversión y bonos, e incluso podrías ganar intereses por el dinero en efectivo que aún no se ha destinado a una inversión en algunas cuentas de bróker. Puedes ponerte en contacto con los bancos locales o mirar en internet para conocer qué opciones tienes a tu disposición.
Ganar dinero en forma de intereses se considera estable y más predecible, tanto si el tipo que tienes es fijo, compuesto o ligado a la inflación. El atractivo es que sabrás de antemano qué intereses podrás ganar con tus ahorros o inversiones, y hay menos probabilidades de perder todo tu capital.
Ganar intereses con una inversión conlleva muy poco riesgo. Sin embargo, si la inflación aumenta por encima de tu tipo de interés, el valor de tu inversión irá perdiendo poder adquisitivo con el paso del tiempo.
Dividendos
Los dividendos son una parte de los beneficios de una empresa que se devuelve a los accionistas. En un mundo ideal, podrías invertir en empresas que declaran dividendos que aumentan cada año por encima de la inflación.
Sin embargo, los dividendos se declaran según el criterio de la empresa y a menudo están ligados a los resultados trimestrales de esta. Eso significa que pueden reducirse o incluso no repartirse.
Los dividendos también están ligados al precio de las acciones de una institución. Esto se debe a que cuando una empresa anuncia un dividendo sorpresa, el precio de la acción puede subir a veces, al haber más demanda de acciones.
Sin embargo, también podría caer, ya que a veces la demanda puede descender tras un pago. Esto significa que tu capital inicial puede disminuir de valor, aunque recibas dividendos.
Tu rentabilidad es potencialmente mejor que cuando obtienes intereses, pero la inversión conlleva mayor riesgo. No hay garantía de que una empresa en la que has invertido vaya a pagar dividendos. También puedes sufrir una pérdida de capital, dependiendo de los resultados de la empresa. Por ello, se considera que invertir para obtener ingresos por dividendos conlleva un riesgo mediano.
Movimiento de precios
Cuando compras un activo, como una acción, esperas venderlo posteriormente a un precio superior al que pagaste. En eso consiste invertir para el movimiento de precios. Para beneficiarte, tendrías que comprar el activo en sí o utilizar un producto apalancado a fin de adoptar una posición en el mercado subyacente.
Cuando compras un activo que aumenta de valor, obtienes un beneficio. Sin embargo, no existen garantías de que los activos que elijas vayan a revalorizarse. Cuando el valor de un activo en el que has invertido disminuye, pierdes dinero. Con la ventaja del tiempo, podrías asumir esa pérdida.
Si abres una posición apalancada en el mercado, podrías comprar o vender en corto distintos instrumentos financieros. Invertir con el objetivo de aprovechar los movimientos de los precios se considera una estrategia de alto riesgo.
Adoptar posiciones apalancadas en el mercado lo lleva al siguiente nivel y es uno de los mayores riesgos que puedes asumir con tu dinero. Lo que elijas estará probablemente estrechamente ligado al tiempo de que dispongas y al producto que elijas.
Es posible utilizar una combinación de intereses, dividendos y movimiento de precios. Un fondo cotizado (ETF) con bonos o efectivo como base podría funcionar muy bien. Podrías elegir uno con algunas acciones que te den acceso tanto a los dividendos como a los movimientos de los precios.
Si eres un inversor que prefiere centrarse más en el movimiento de los precios, tu horizonte temporal podría abarcar décadas. Aquí puedes invertir en acciones para generar beneficios a lo largo del tiempo. También puedes obtener dividendos por el camino.
En cambio, los traders interesados en los movimientos de precios pueden tener horizontes de inversión de tan solo unos segundos. Como ves, el riesgo no siempre tiene que ver solo con el tiempo de que dispongas.
¿Sabías que...?
¿La idea de perder aunque solo sea una pequeña parte de tu inversión te parece intolerable o penosa? Puede que tengas aversión al riesgo.
Esto significa que no te sientes tan cómodo asumiendo un riesgo mayor, aunque pudiera dar lugar a mayores remuneraciones. En ese caso, puede que te convenga ceñirte sobre todo a productos de menor riesgo y centrarte en lograr intereses.
Podrías probar algunas actividades de riesgo mediano, como invertir en acciones para beneficiarte potencialmente de los dividendos y vender algunas o todas tus participaciones cuando el precio de la acción suba. Sin embargo, sigue existiendo el riesgo de que el precio de las acciones caiga y que los dividendos no se paguen.
Si tienes aversión al riesgo, es mejor evitar los productos apalancados hasta que estés más preparado para manejar los riesgos asociados.
Un perfil de riesgo para cada necesidad
Te habrás dado cuenta de que una misma persona puede tener muchos perfiles de riesgo diferentes a la vez, dependiendo de sus objetivos.
Un jubilado puede tener cierto dinero que no necesite hasta dentro de una o dos décadas. También podrían aventurarse en territorio de alto riesgo con una estrategia de inversión apalancada o una cartera de acciones individuales, todo ello manteniendo parte de su capital en una cuenta de ahorro de alto interés.
La combinación de perfiles de riesgo vendrá dictada por lo que necesites que hagan tus distintas inversiones.
Tareas
Una forma de comprobar si estás en el perfil de riesgo adecuado es realizar una «prueba del sueño». Plantéate las siguientes preguntas:
• ¿Cerrar tu plataforma de trading un día te genera ansiedad o te hace sentir como si te estuvieras perdiendo algo?
• ¿Te sientes amenazado cada vez que el mercado se mueve en tu contra?
• ¿Te cuesta dormir cuando mantienes posiciones durante la noche?
• ¿Te has despertado alguna vez en mitad de la noche solo para revisar un gráfico?
Si has respondido afirmativamente a alguna de las preguntas anteriores, puede que sea el momento de replantearte tu estrategia. Cuando tus inversiones u operaciones no te dejan dormir, es probable que tu perfil de riesgo no sea el adecuado. A menudo, significa que has asumido más riesgo del que puedes permitirte.
Podrías reducir tu riesgo cerrando algunas operaciones apalancadas y ciñéndote a productos de perfil más bajo.
Perfiles de riesgo bajo, mediano y alto
Tu perfil de riesgo individual es una parte importante de cómo interactúas con los mercados. También es único para ti, lo que significa que debes determinar cuál se ajusta a tus circunstancias.
Aunque puedes pertenecer a más de un perfil en un momento dado, tus perfiles en sí pueden incluir una combinación de instrumentos financieros de mayor y menor riesgo.
En general, estos perfiles se dividen en tres categorías principales: riesgo bajo, riesgo mediano y riesgo alto.
Vamos a sumergirnos en los distintos perfiles y en cómo podrías participar en el mercado dentro de cada uno de ellos.
Riesgo bajo
Un perfil de bajo riesgo va a consistir generalmente en productos de ahorro y bonos.
¿Sabías que...?
Cuando un Gobierno, un banco o una empresa quieren recaudar dinero, pueden emitir un bono. Se trata de un tipo de valor que actúa como un préstamo para el emisor y como una inversión para ti, el comprador.
El emisor promete devolverte en su totalidad tu inversión inicial en la fecha de vencimiento. Esto no es más que el plazo acordado hasta que se te pague.
Los bonos suelen pagarte intereses anuales por tu inversión mediante un cupón. Este es el término utilizado para el tipo de interés que ganas por un bono. A veces, incluso puedes convertir tu bono en acciones tras su vencimiento.
Al invertir en un bono, estás prestando dinero a la entidad emisora, comprando en realidad su deuda. Si decides que esto forme parte de tu estrategia de gestión de salud financiera, recuerda que no siempre se pagan en su totalidad.
Existe la posibilidad de que solo te devuelvan un porcentaje de tu inversión inicial. Sin embargo, a menudo ganarás un tipo de interés más alto que si te limitas a poner el dinero en una cuenta de ahorro.
Los productos de ahorro pagan intereses previsibles y periódicos que pueden reinvertirse o gastarse, dependiendo de las necesidades. Aunque pueden ser de bajo riesgo, tu dinero podría perder valor.
Por ejemplo, supongamos que tienes una cuenta de ahorro con un tipo de interés fijo del 3 % anual y la inflación es del 5 % en un año determinado. Con el dinero de esa cuenta podrás comprar un 2 % menos al final del año, incluso con los intereses devengados.
Utilizar estrategias de bajo riesgo como estas también suele generar beneficios más lentamente que si compraras acciones individuales u operaras con productos apalancados.
Vamos a evaluar tus conocimientos.
Pregunta
Pongamos que estás ahorrando para pagar la entrada de un coche nuevo. Has vendido el viejo y necesitarás un vehículo nuevo el año que viene para poder ir y volver del trabajo sin depender del transporte público.
Eliges depositar tu dinero en una cuenta de ahorro de tu banco local. Ofrecen un tipo de interés del 2 % anual y decides poner 15 000 € a tu cuenta.
El coste del coche nuevo que piensas comprar es de 15 800 €.
Si retiras tus fondos al cabo de un año, ¿podrás permitirte el coche que elijas?
Correcto
Incorrecto
Primero, tendrás que calcular tus intereses. Es decir, el 2 % de 15 000 €, lo que equivale a 300 €. A continuación, suma los intereses a tu inversión inicial. Si sumas 300 € y 15 000 €, tus fondos disponibles equivalen a 15 300 €. Es decir, 500 € menos que el coste de tu coche ideal, por lo que tendrías que posponer la compra de tu coche.Riesgo mediano
En este caso, subimos en la curva de riesgo. Una cartera para un perfil de riesgo medio podría incluir acciones individuales o incluso inversiones colectivas como fondos cotizados (ETF), carteras de inversión y productos remunerados.
Algunas personas utilizan una combinación de productos de bajo riesgo y acciones de mayor riesgo, creando fundamentalmente un perfil de riesgo mediano.
Podrías empezar con un 80 % en una cuenta de ahorros y solo un 20 % en acciones, cambiando esa proporción conforme te sientas cómodo asumiendo más riesgos.
Pregunta
Acabas de recibir una cantidad de dinero procedente de una herencia y estás buscando formas de que se revalorice en los mercados.
Decides ahorrar algo para unas vacaciones especiales que quieres hacer de aquí a dos años. Estás dispuesto a aplazar el viaje si es necesario para beneficiarte de mayores rentabilidades.
Debido a tu mayor flexibilidad temporal, puedes asumir cierto riesgo. ¿Cuál de los siguientes productos financieros se adaptaría a tu perfil?
Correcto
Incorrecto
Este perfil suele corresponder a la categoría de riesgo mediano. En este caso, lo más probable es que elijas una cartera de inversión que incluya una combinación de bonos y acciones de riesgo bajo, mediano y alto. Aunque tienes el tiempo de tu parte, tus inversiones pueden sufrir volatilidad y devaluarse en lugar de apreciarse. Los bonos de tu cartera podrían ayudarte a reducir parte de esa volatilidad. Nuevamente, estos productos no garantizan un beneficio, y el emisor podría ser incapaz de devolverte toda tu inversión.Riesgo alto
En un perfil de alto riesgo, puede ser mejor operar con productos de mayor liquidez, así como construir una cartera de inversión en los que añadir productos derivados y otros productos apalancados.
El dinero que reserves para una cartera de alto riesgo debe ser siempre dinero que puedas permitirte perder. Esto se debe a que los mercados pueden ser volátiles y siempre existe el riesgo de que pierdas parte o la totalidad de tu capital.
Además, estos productos apalancados conllevan diversos gastos, que pueden reducir los beneficios que puedas obtener.
Aquí tienes una forma práctica de gestionar cuánto dinero necesitarás para utilizar distintos instrumentos financieros de alto riesgo:
Tareas
Utiliza la tabla siguiente para investigar distintos productos apalancados, cómo funcionan y cuánto cuestan. Completa los detalles sobre cada instrumento. El primero te lo hemos hecho nosotros.
Producto | ¿Cómo funciona? | ¿Qué costes adicionales pueden aplicarse? |
Acciones de empresa | ||
Futuros | ||
Turbo24 | ||
Multis | ||
Warrants | ||
Barreras | ||
Opciones |
Recuerda que algunos productos apalancados, pueden hacerte perder más que tu depósito inicial, por lo que también tendrás que estar preparado para esa pérdida financiera.
Si conoces perfectamente a qué perfil (o perfiles) corresponde la gestión de tu salud financiera, podrás entender mejor tu apetito de riesgo y, por tanto, qué productos son los adecuados para ti.
Resumen de la lección
- Tu perfil de riesgo viene determinado por tus objetivos financieros y tu apetito de riesgo, no solo por tu edad.
- Hay tres perfiles principales de riesgo que pueden ajustarse a ti: bajo, mediano y alto.
- Dependiendo del perfil de riesgo que te corresponda, puedes centrarte en obtener intereses y dividendos o intentar tener beneficios de los movimientos de precios en el mercado.
- Si la idea de perder incluso una pequeña cantidad de tu dinero en los mercados te incomoda, puede que tengas aversión al riesgo.