Cómo elegir el producto adecuado
Utilizar una estrategia multiproducto
Una de las cosas buenas del mercado de valores es que puedes dedicarte a él como tú elijas. Como hemos mencionado anteriormente, puede que prefieras utilizar diferentes productos a la vez a fin de alcanzar tus objetivos financieros.
En esta lección, expondremos algunas de las estrategias multiproducto más habituales que utilizan los traders e inversores. Puedes seleccionar elementos de uno o varios de los métodos que hemos incluido o crear uno a la medida de tus necesidades.
Sin embargo, antes de pasar a algunos ejemplos, veamos por qué te conviene utilizar una estrategia multiproducto.
Ventajas de una estrategia multiproducto
Poner todas tus inversiones en una sola acción o cuenta puede ser arriesgado. E igual sucede si solo operas en un mercado. El valor puede aumentar, lo que supone que obtienes beneficios, pero si tu posición no se comporta bien, puedes acabar con pérdidas.
En primer lugar, una estrategia multiproducto te puede servir para alcanzar mejor tus objetivos. Recuerda que probablemente tendrás varios objetivos diferentes, como ahorrar para la jubilación o reunir el capital necesario para el depósito de tu nueva casa.
Una estrategia diversificada y multiproducto podría ayudarte a mantenerlos y proporcionarte el dinero que necesitas cuando lo necesitas.
Con este enfoque tan amplio, también podrías utilizar la cobertura para proteger tu cartera frente a pérdidas importantes.
¿Sabías que...?
La cobertura es una estrategia utilizada tanto por los traders como por los inversores de manera algo diferente. Trata de limitar el riesgo de tu cartera y reducir al mínimo el impacto de tus pérdidas.
Supongamos que has invertido en acciones tecnológicas, con la expectativa de que se revaloricen y obtengas beneficios a largo plazo. Sin embargo, ves una noticia reciente que puede perjudicar a los precios del mercado.
Podrías utilizar derivados para iniciar una posición corta que se beneficiaría de una caída. Si el precio de mercado cae realmente, los derivados aumentarían de valor.
Estructuras comunes de estrategia multiproducto
Cuando construyas tu cartera, puedes seguir la estructura de una pirámide. En la base, puedes incluir diversos productos de inversión, ya que suelen conllevar menor riesgo.
A medida que tu estructura se estrecha hacia el centro, podrías comprar acciones individuales, aumentando poco a poco tu responsabilidad.
Luego, justo en lo más alto de tu pirámide, podrías incluir las operaciones apalancadas. Por lo general, se considera el riesgo más elevado.
Si tus posiciones apalancadas caen, puede que solo estés perdiendo la parte más pequeña de tu cartera global, mientras que el resto podría estar a salvo y seguir creciendo con el tiempo.
La clave del éxito de una pirámide es construir sobre una base financiera sólida y limitar la exposición a inversiones de mayor riesgo en lo más alto.
Seguir este enfoque puede darte poder sobre cuánto riesgo exactamente estás dispuesto a asumir y cuánto tiempo quieres dedicar a gestionar tu cartera.
En los apartados siguientes, vamos a mostrar distintas versiones de la pirámide que podrías adoptar, empezando desde abajo.
Pirámide 1: Combinación de diferentes productos de inversión
Esta estructura de bajo riesgo para una cartera se clasificaría como estrategia a largo plazo. Podrías invertir tu capital en bonos o en una cuenta de ahorros, o elegir fondos cotizados (ETF) y carteras gestionadas compuestas por acciones y quizá algunos bonos para mayor estabilidad.
Esta forma puede parecerse más a un rectángulo que a una pirámide, pero sigue siendo una estrategia multiacciones y multiactivos.
Tener numerosas acciones combinadas con algunos bonos reduce el riesgo de inversión y crea una estrategia relativamente sencilla de gestionar.
Aunque puede llevar más tiempo, este enfoque tiene potencial para generar rentabilidades superiores a la inflación y crear riqueza real.
Pirámide 2: Adición de acciones individuales a la estrategia
En este caso, la pirámide podría tener una base de inversiones colectivas, y las acciones individuales podrían estar en la parte superior.
Puedes utilizar varios productos de inversión con distintos niveles de riesgo. Sin embargo, todavía puedes evitar la mayor volatilidad de las operaciones apalancadas.
¿Sabías que...?
Entre las distintas categorías en que podríamos clasificar las acciones de las empresas cotizadas, hay dos que muchos inversores tienen en cuenta al diseñar sus carteras de inversión: las acciones de crecimiento y las acciones de valor. Tu estilo de inversión y tus objetivos pueden determinar cuál es más adecuada para ti.
Las acciones de crecimiento pertenecen a empresas que los inversores creen que ofrecerán rentabilidades superiores a la media. Suelen ser volátiles, por lo que es más probable que obtengas beneficios de las rápidas variaciones de los precios que de los dividendos.
Sin embargo, esto puede hacer que la inversión en acciones de crecimiento conlleve un mayor riesgo. Si tus expectativas de crecimiento rápido resultan desacertadas, podrías tener pérdidas.
Por otra parte, las acciones de valor son aquellas de empresas que otros inversores consideran actualmente «infravaloradas». En este caso, esperas comprar acciones que tengan un historial demostrado de buenos beneficios.
Suelen ser más estables, con un precio de mercado que sube lentamente y mayores probabilidades de obtener dividendos. Como con cualquier inversión, no hay promesa de beneficios futuros.
Las acciones de valor podrían estar correctamente valoradas por el mercado, por lo que comprarlas podría no ser la ganga que habías supuesto.
Dentro de la parte de acciones individuales de la estrategia, puedes asignar fondos a algunas acciones de valor que reparten dividendos en el medio y a acciones de crecimiento justo en lo más alto. Aunque pueden aumentar la rentabilidad, también pueden incrementar tu riesgo general.
Puedes dividir tus inversiones de varias maneras para formar la pirámide, pero recuerda que lo ideal es que la base tenga un porcentaje mayor. La base pasiva y diversificada podría suponer el 60 % y el resto puede repartirse entre acciones individuales.
Pirámide 3: Combinación de productos de inversión y trading
Como complemento de la opción anterior, puedes incluir una cartera de trading justo en lo más alto de tu pirámide. Aunque esto aumentará el riesgo, es menos probable que desestabilice la estructura debido a su base sólida. También tiene el potencial de aumentar tus beneficios globales.
Los productos de trading utilizados también pueden diversificar aún más tu cartera. Además, podrían utilizarse para añadir cierta seguridad si eliges un enfoque de cobertura.
Otra manera de asegurarse de que tu cartera pueda sortear la volatilidad de los mercados es utilizar un producto derivado para adoptar una posición corta, , productos cotizados, barreras u opciones. Veamos cómo funcionaría el uso de una opción put.
Si prevés que el mercado caerá, estos aumentarán de valor a medida que el activo subyacente se deprecie, ofreciéndote un beneficio potencial para compensar tus pérdidas.
Si tus posiciones tienen un precio de ejercicio inferior al precio de mercado actual del activo subyacente, se denominan «out-the-money» (del inglés, «sin dinero»). El precio de ejercicio es el nivel al que puedes ejercer la opción. En el caso de una opción put, esto significa vender a ese precio.
Cuando una opción put está «out-the-money», es probable que sea más barata porque aún no tiene ningún valor intrínseco.
También puedes elegir opciones put con vencimiento a largo plazo, lo que significa que puedes mantenerlas durante más tiempo.
Veamos cómo funciona.
Pregunta
Digamos que el FTSE 100 está a 9500. Para que una opción put sea «out-the-money», el precio de ejercicio debe ser inferior al nivel actual del índice.
Estás utilizando esta opción como método de seguro en caso de que el mercado se mueva en tu contra, por lo que lo mejor es salir de la posición cuando esté entre un 10 y un 15 % por debajo de su nivel actual.
¿Cuál de las siguientes opciones put comprarías?
Correcto
Incorrecto
El 10 % de 9500, el precio de mercado actual, es 950. Si al precio de mercado actual le restas 950, será igual a 8550. De las posibles soluciones proporcionadas, solo A) 8467 es más de un 10 % inferior al nivel actual del mercado. Para confirmarlo, puedes emplear el siguiente cálculo: 9500 - 8467 = 1033. Si luego lo divides por el precio de mercado actual y multiplicas el valor por 100, verás que la opción A es un 10,87 % inferior.Emplear opciones puede ser una estrategia compleja, pero puede valer la pena planteárselo, ya que pueden ayudarte a reducir parte del riesgo. Pueden ofrecer protección a corto plazo si tienes aversión al riesgo y te preocupa una ola de ventas del mercado.
En esta estrategia, puedes mantener la base formada por productos pasivos y las carteras gestionadas podrían seguir siendo superiores al 50 %. Puedes asignar entre un 30 y 40 % a acciones (divididas para favorecer más a las acciones de valor), mientras que tu actividad de trading en la parte superior se situaría en un 15 % o menos.
Pirámide 4: Estrategia exclusivamente de trading
Entrar en los mercados únicamente con trading podría ser una opción de riesgo porque la base de tu pirámide podría carecer de la estabilidad que tendrías con las inversiones a largo plazo. Sin embargo, puedes estructurar tu pirámide para gestionar el riesgo global.
Tu base podría incluir productos cotizados que pueden diversificar tu cartera, pero con un menor nivel de apalancamiento.
Con su limitada desventaja, las opciones también pueden funcionar para ti en la parte inferior de la pirámide de riesgo. Aunque utilizan apalancamiento, este suele ser menor y la desventaja se limita a tu desembolso inicial. Ten en cuenta que cuando vendes una opción put, tus pérdidas son potencialmente ilimitadas.
Con una opción barrera, puedes limitar aún más tu pérdida potencial. Puedes establecer el nivel al que vence, reduciendo así el riesgo.
Con esta estrategia, tu base de productos cotizados apalancados cubriría entre el 50 y el 75 %. Justo en la parte superior, podrías asignar el 10 % de tus fondos a activos individuales totalmente apalancados. El resto podría incluir opciones, que limitan tu riesgo a la baja.
Pirámide 5: Utilizar una estrategia de trading de opciones
Otra forma de estructurar el componente de trading de tu cartera es utilizar opciones vanilla y barrera.
Recuerda que las opciones call se revalorizan cuando el activo subyacente sube, mientras que las opciones put aumentan cuando el valor del subyacente cae.
Una combinación de opciones call y put sobre distintos activos podría reducir el riesgo global de tu pirámide, ya que te beneficiarías tanto de los mercados al alza como a la baja.
En este caso, esperas que los beneficios de uno compensen las pérdidas del otro. Elegir activos no correlacionados puede ayudarte a optimizar esta estrategia.
Si utilizas las opciones como elemento de trading de una cartera piramidal diversificada, pueden ofrecerte un seguro, como se ha detallado antes en esta lección.
Pregunta
Pongamos que tienes muchas acciones del petróleo en tu cartera. Comprar opciones put sobre el crudo Brent, por ejemplo, podría ayudarte a equilibrar tu riesgo. ¿Cómo se denominaría esta estrategia?Correcto
Incorrecto
A la estrategia anterior se le denomina cobertura. Si el petróleo cae, también lo harán tus acciones ligadas al petróleo, pero la opción put aumentaría de valor. Scalping es cuando intentas obtener beneficios de pequeñas variaciones de precios en el mercado. En cambio, la diversificación es la inclusión de otros valores y mercados en tu cartera.Los métodos que hemos descrito en esta lección no son las únicas opciones de las que dispones. La idea general es estructurar tu pirámide según tus propias necesidades y perfil de riesgo.
Puedes elegir las soluciones de riesgo bajo, medio o alto que se ajusten a tus objetivos financieros.
Resumen de la lección
- Hay varias formas de aplicar una estrategia multiproducto para alcanzar tus objetivos financieros.
- Los productos que decidas incluir pueden depender de tu perfil de riesgo, horizontes temporales y comprensión personal de cómo funcionan.
- Puedes elegir ceñirte a la inversión, al trading o a una combinación de ambos.
- Visualizar la estructura de tu cartera como una pirámide puede ayudarte a construir una base estable para que toda tu estrategia se vea menos afectada por los grandes cambios del mercado.
- Utilizar opciones o productos cotizados te permite cubrir otras partes de tu cartera y compensar las posibles pérdidas.
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